
La JFE ve optimista el plan de ajuste español y cree que falta una estrategia fiscal clara
Bruselas, 22 oct (EFE).- La Junta Fiscal Europea (JFE) cree que los supuestos macroeconómicos que sustentan el plan español de ajuste del gasto entre 2024 y 2031 son «significativamente más optimistas» que los de la Comisión Europea y advierte de que el plan carece de una «estrategia fiscal clara» que justifique cómo logrará cumplir con esa senda.
«El plan español muestra cierta ambición, aunque el nivel de compromiso podría resultar insuficiente para constituir un paso decisivo hacia una sostenibilidad fiscal duradera», apunta en su informe anual sobre 2024 el organismo independiente que asesora a la Comisión Europea en materia fiscal.
La JFE ha analizado por primera vez los planes fiscales a medio plazo que los países pactaron con el Ejecutivo comunitario el año pasado dentro de las nuevas reglas de disciplina fiscal, que establecen una senda de evolución del gasto público que limita el aumento del mismo para asegurar que los Estados convergen hacia los límites de déficit y deuda europeos, del 3 % y 60 % del PIB, respectivamente.
En el caso de España, el organismo señala que las proyecciones macroeconómicas utilizadas por el Gobierno, tanto a corto como a largo plazo, son más optimistas que las que usó la Comisión al diseñar la trayectoria de referencia para el país, sobre todo debido a una previsión de crecimiento más optimista.
España atribuye estas mejores estimaciones a la proyección de evolución demográfica, que incluye mayores flujos migratorios que apoyarían la actividad, así como a la reforma laboral de 2025 que debería reducir la tasa de paro, pero la JFE advierte de que el impacto de las proyecciones de población debería «analizarse con cuidado» dada su volatilidad en el pasado.
En cuanto a la senda de gasto, el organismo señala que el plan aprobado es menos exigente que la trayectoria de referencia, ya que prevé un crecimiento medio anual del 3,3 % frente al 2,9 % que recomendó Bruselas, lo que lleva a que el ajuste estructural promedio cada año sea de 0,4 puntos porcentuales entre 2024 y 2028, por debajo del 0,5 que sugirió la Comisión.
«El plan carece de una estrategia fiscal clara que justifique cómo prevé alcanzar la senda de gasto neto», añade el informe, que advierte de que no se ha presentado un proyecto presupuestario para 2025 y esto «añade incertidumbre sobre la implementación efectiva del ajuste en el plan».
La senda pactada por España con Bruselas prevé que para 2031 el déficit se haya reducido al 0,8 % del PIB y la deuda pública se sitúe justo por debajo del 100 %.
En cualquier caso, el español no es el único plan que se basa en unos supuestos más optimistas que los de la Comisión Europea, según la Junta Fiscal, que ha detectado esta circunstancia en varios países y critica que el Ejecutivo comunitario no haya cuestionado esos cálculos más benevolentes.
Por otro lado, el organismo vuelve a cuestionar, como ya hizo el año pasado, que la Comisión Europea no abriese en 2024 un procedimiento por déficit excesivo a España pese a que en 2023 su déficit superó en seis décimas el 3 % de referencia, algo que Bruselas justificó porque consideraba que el desvío era temporal y que se reduciría hasta el 3 % el año pasado.
«Al no abrir un procedimiento por exceso de déficit para España, la Comisión se desvió de la práctica establecida y utilizó un elemento de juicio que añade un nuevo elemento de discreción que no figura en las disposiciones legales relevantes», señala en su informe. EFE
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