La leche de foca gris es más compleja, por sus azúcares, que la materna humana
Redacción Ciencia, 25 nov (EFE).- La leche materna humana se ha considerado, tradicionalmente, la más compleja de los mamíferos, sin embargo, la de las focas grises del océano Atlántico puede superarla, al contener un 33 % más de moléculas de azúcar, muchas de ellas desconocidas hasta ahora.
Algunos de esos nuevos azúcares tienen propiedades antimicrobianas e inmunomoduladoras, con posibles aplicaciones en las ciencias biomédicas o para allanar el camino hacia mejores leches infantiles de fórmula, señala un estudio que publica Nature Communications y que encabeza la Universidad de Gotemburgo (Suecia).
Las crías de foca gris maman unos 17 días, periodo en el que tienen que poner en marcha su sistema digestivo y desarrollar un sistema inmunológico que las proteja contra las enfermedades y otros peligros que pueden encontrar en el Atlántico Norte.
La leche de foca gris es “extraordinaria. Identificamos 332 moléculas de azúcar diferentes, o azúcares, en comparación con las aproximadamente 250 que contiene la leche materna”, precisó Daniel Bojar de la Universidad de Gotemburgo y firmante principal del artículo.
Dos tercios de esas moléculas eran completamente nuevas y algunas tenían un tamaño nunca visto, de 28 unidades de azúcar, lo que supera las más grandes conocidas en la leche materna, que tienen 18 unidades.
Los oligosacáridos de la leche son un tipo de azúcar que contribuye al desarrollo y la salud de las crías de todos los mamíferos, con funciones fundamentales para la protección frente a patógenos, el cultivo de la microbiota inicial y el fomento del desarrollo del tracto intestinal.
A pesar de su importancia, existen lagunas en nuestro conocimiento sobre la diversidad de los azúcares de la leche en los animales, principalmente porque se han realizado pocos estudios sobre mamíferos no humanos.
En esta ocasión, el equipo analizó muestras de leche de cinco focas grises del Atlántico en estado salvaje a lo largo de su periodo de lactancia frente a la costa de Escocia.
La composición azucarada de la leche sufre, además, cambios coordinados durante la lactancia para adaptarse a las necesidades cambiantes de la cría de foca, de forma similar a los cambios observados en la leche materna.
Bojar destacó que han probado las moléculas de azúcar recién descubiertas en células inmunitarias humanas y han visto que pueden regular la respuesta de las células a diversas amenazas.
Los resultados “sugieren que los mamíferos marinos salvajes, que están expuestos a estrés ambiental extremo y a un alto nivel de peligros externos, han desarrollado una leche compleja para proteger a sus crías en rápido crecimiento”, afirmó.
El análisis también reveló que varias de las moléculas de azúcar tienen potentes propiedades contra las bacterias causantes de enfermedades.
La investigación allana el camino para el descubrimiento de nuevos compuestos bioactivos con posibles aplicaciones en la nutrición infantil, el control de infecciones y el refuerzo del sistema inmunitario.
En el futuro, estas moléculas recién descubiertas podrían añadirse a los sustitutos de la leche materna para fortalecer el sistema inmunitario de los lactantes o administrarse a adultos para mantener sano el sistema gastrointestinal.
El estudio destaca el potencial biomédico sin explotar que se esconde en especies silvestres poco estudiadas, señaló el investigador y recordó que su grupo ya analizado en profundidad la leche de diez mamíferos y cada vez ha encontrado moléculas de azúcar únicas. EFE
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