
La migración y la opresión del poder, nuevas exposiciones en museo de norte de México
Monterrey (México) 25 jul (EFE).- La migración y la opresión ejercida por estructuras de poder son los temas de dos nuevas exposiciones que exhibe el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), ubicado en esta ciudad, capital del estado de Nuevo León, norte de México.
Las muestras son ‘El México que se nos fue’, de Carlos Lara, y ‘Fábula Rota y los cuerpos que olvidaron huir’, de Cosa Rapozo, ambos mexicanos.
«El Museo ha establecido la posibilidad de incluir en nuestras exposiciones las problemáticas actuales del arte contemporáneo que necesariamente están ligadas a la sociedad, sus complejidades y sus nexos con economías, con políticas», dijo a EFE Taiyana Pimentel, directora de Marco.
En el caso de la exposición de Cosa Rapozo mencionó que contempla temas de género y las infancias, entre otros, mientras que Carlos Lara, realizó una investigación sobre el tema de los migrantes conocidos como braceros que se dedicaron a trabajar legalmente en el campo en Estados Unidos entre 1942 y 1964 en respuesta a una necesidad de trajadores surgida durante la Segunda Guerra Mundial.
El trabajo de los migrantes y un carrusel
Lara señaló que la idea de realizar un trabajo sobre personas que participaron en el llamado ‘Programa Bracero’ surgió porque su bisabuelo y abuelo migraron a Estados Unidos a cumplir trabajo en el campo.
Explicó que el título de la exposición lo obtuvo de la canción ‘El México que se nos fue’, del fallecido cantautor mexicano Juan Gabriel (1950-2016), y la idea se centró en el momento histórico en que los mexicanos se fueron a trabajar al campo de Estados Unidos, pero se perdió el agro en México.
«Entonces habla de eso que se pierde cuándo perdemos los pueblos, las tradiciones incluso los lazos familiares, la comida», mencionó.
La instalación que presenta Lara está conformada por una zona de pasto cubierta con pintura verde, herramientas para trabajar en la agricultura y la jardinería como dos tractores que sugieren unos bueyes y dos podadoras que recuerdan a unos caballos.
En su conjunto la intervención del artista, de 30 años, reflexiona sobre cómo los asuntos políticos y económicos se pueden reflejar en el trabajo de la tierra y la exploración de Lara está relacionada con la memoria a través de un episodio familiar que cobra relevancia en un contexto social y temporal.
Por su parte, la exposición de Rapozo muestra una apreciación de las imágenes circenses o de feria. La figura del carrusel se impone como una representación de un despliegue colonial y lúdico donde se observa la interacción del hombre y la forma en que organiza y somete a otras especies.
Rapozo explicó que la razón por la cual toma referencias del circo y el carrusel es porque en estos contextos hay jerarquías y sometimiento.
Las muestras estarán en exhibición hasta el 19 de octubre de este año. EFE
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