La ONU lamenta que «muchos acusados» por el genocidio de Ruanda de 1994 siguen «prófugos»
Kigali, 4 jul (EFE).- La asesora especial de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, lamentó hoy que «muchos acusados» por el genocidio de Ruanda de 1994 siguen «prófugos» y celebró la reciente condena en Francia del exgendarme ruandés Philipe Hategekimana por crímenes contra la humanidad.
«Es bien conocido que muchas personas acusadas siguen prófugas y se dice que algunas llevan una ‘vida normal’ en Estados miembros de las Naciones Unidas, sin temor a ser llevadas ante un tribunal», señaló Nderitu en un comunicado.
Así, la experta de la ONU hizo un llamamiento a todos los prófugos para que se entreguen a la justicia.
«El veredicto (contra Hategekimana) es una señal nueva y firme para todos los que cometen atrocidades, las incitan o las glorifican de que la justicia prevalecerá sin importar sus intentos de ocultarse ni cuánto tiempo haya pasado», añadió.
Si bien Nderitu destacó que la sentencia «nunca podrá aliviar el dolor» de los familiares de las víctimas del genocidio de Ruanda, «ayuda a que las víctimas y sus seres queridos recuperen una posición, visibilidad y hechos sobre lo que sucedió».
Hategekimana, de 66 años y nacionalizado francés como Phillipe Manier en 2005, fue declarado culpable el pasado miércoles por un tribunal de París de crímenes contra la humanidad.
Las acusaciones en su contra incluían el haber participado o promovido los asesinatos de decenas de personas en 1994 en la zona de Butare, en el sur de Ruanda, donde trabajaba para la gendarmería ruandesa.
La Fiscalía también lo acusó de dar órdenes en al menos tres matanzas del genocidio de Ruanda: en la colina de Nyabulare, donde murieron unas trescientas personas; en la colina de Nyamure, donde buscaban refugio miles de tutsis; y en el Instituto de Ciencias Agronómicas de Ruanda, donde hubo decenas de miles de víctimas.
En la última masacre, el tribunal parisino reconoció únicamente la complicidad de Hategekimana, pero no su culpabilidad como autor.
El genocidio contra los tutsis de 1994 empezó el 7 de abril de ese año, tras el asesinato el día anterior de los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana (hutu), y Burundi, Cyprien Ntaryamira (hutu), cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre Kigali.
La matanza que siguió -el Gobierno ruandés acusó del magnicidio a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (RPF), contra los que libraba una guerra desde 1990- causó la muerte de al menos 800.000 tutsis y hutus moderados en poco más de tres meses.
Fue una de las peores matanzas étnicas de la historia reciente de humanidad. EFE
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