Las bajas expectativas de participación y el boicot, las claves de las elecciones de Irak
El Cairo, 10 nov (EFE).- Las bajas expectativas de participación electoral ante la creciente desafección entre la población, además del boicot electoral anunciado por una de las figuras más destacadas de la política iraquí, marcan las que serán las sextas elecciones parlamentarias de Irak desde la caída del exdictador Sadam Husein.
Estas son las claves de los comicios del 11 de noviembre:
1- Aspirantes y organización
Casi 7.800 candidatos -de los cuales 2.248 son mujeres- compiten para obtener 329 escaños del Parlamento en estas elecciones, en las que están llamados a las urnas 21.404.291 sufragistas, de los cuales 1,3 millones tuvieron la oportunidad de depositar su papeleta en la ‘elección especial’ celebrada ayer.
Para la votación especial, reservada a las fuerzas de seguridad y los desplazados internos, se pusieron a disposición unos 800 centros con 4.500 mesas electorales; mientras que para la general, los electores podrán acudir a los 8.000 colegios con 39.000 mesas que habrán repartidos por todo el territorio.
2- Participación
En medio de una gran desafección política, marcada también por el periodo de relativa estabilidad que atraviesa Irak, la participación será la clave, ya que se espera que sea igual o inferior al 43 % registrada en los comicios de 2021.
Y es que la participación ha ido cayendo en picado en Irak desde las elecciones de diciembre de 2005, cuando alcanzó casi el 80 %.
3- Boicot del clérigo más influyente
El influyente clérigo chií Muqtada al Sadr, la figura más predominante del Irak pos Sadam Husein y cuya coalición fue la más votada en los comicios de 2021, boicotea estas elecciones en denuncia a la corrupción endémica y al clientelismo en la política iraquí, un factor que puede afectar a la participación.
Este religioso es capaz de movilizar a millones de personas al ser popular entre las clases humildes chiíes, por lo que varios analistas anticipan que su boicot resultará en una bajada importante de la participación.
4- Cómo funciona el sistema electoral
Los iraquíes volverán a votar en un sistema de promedio mayor Sainte-Laguë y con menos distritos electorales, tras una enmienda hecha en 2023 de la ley electoral de 2020 que ha sido criticada al considerar que favorecerá a los partidos establecidos y complicará la consecución de escaños a los candidatos independientes.
Los partidos se volverán a presentar en listas cerradas, algo que también juega a favor de las formaciones más poderosas, lo que revierte así las reformas políticas impulsadas tras las protestas antigubernamentales que sacudieron Irak en 2019.
Una vez se complete la votación, el Tribunal Federal Supremo deberá ratificar los resultados; 15 días después, el Parlamento deberá reunirse para elegir a un presidente del Legislativo por mayoría absoluta, para luego escoger a un presidente de la República por una mayoría de dos tercios, y éste deberá nominar a un primer ministro.
Tras la invasión estadounidense de 2003, en Irak se impuso un sistema de reparto sectario llamado ‘muhasasa’, que establece que el presidente del Parlamento debe ser un musulmán suní; el jefe de Estado, un kurdo; y el líder del Ejecutivo, un chií, la rama mayoritaria del islam en el país árabe.
En un Parlamento con 329 escaños, al menos el 25 % está reservado para las mujeres, mientras que otros nueve asientos serán asignados a las minorías: cinco para los cristianos y uno para cada una de las comunidades yazidíes, los chabaquíes, los mandeos y los kurdos feyli.
5- Qué partidos participan
En total, competirán 38 partidos, 31 alianzas y 75 candidatos independientes, aunque las formaciones con más números se reparten entre las constelaciones de grupos chiíes, los suníes y los kurdos.
Entre las chiíes se encuentra la actual alianza mayoritaria: el Marco de Coordinación, compuesta por el partido del actual primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, Reconstrucción y Desarrollo; Estado de Derecho, del ex primer ministro Nuri al Maliki; Badr, de Hadi al Ameri, cercano a Irán; o Sadiqún, del miliciano Qais al Khazali, designado como terrorista por Washington.
Los kurdos se reparten en los tradicionales Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y su rival, Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que en los comicios de 2021 obtuvieron 33 y 17 escaños, respectivamente.
Finalmente, los partidos suníes se componen en Taqqadum, del expresidente del Parlamento Mohamed al Halbusi; Al Siyada, del empresario Jamis al Janyar; y la alianza Azm.
6- Menor influencia de Irán
Irán ha tenido una gran influencia en la política iraquí desde 2003 y ha sido determinante en las designaciones de primeros ministros cercanos a Teherán, mientras que también ha afectado las decisiones económicas y diplomáticas de Irak, especialmente con Estados Unidos, que ha ido ganando terreno a su rival persa.
Pero la influencia de Irán ha ido disminuyendo desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza en octubre de 2023, los ataques de EE.UU. e Israel contra territorio iraní y las sucesivas derrotas del denominado ‘Eje de la Resistencia’, una alianza informal antiisraelí liderada por Teherán y compuesta por milicias proiraníes de Irak, Hamás, el grupo chií libanés Hizbulá o los rebeldes hutíes del Yemen. EFE
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