
Las reglas administrativas ralentizan el refuerzo de seguridad en el Louvre, dice Gobierno
París, 21 oct (EFE).- La ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, se defendió este martes de los ataques sobre posibles fallos en la seguridad en el Museo del Louvre, ante el robo de joyas del pasado domingo, e insistió en que el refuerzo del dispositivo se está llevando a cabo pero tarda por las normas administrativas.
«Lo que pasó el domingo, no es un banal incidente. Es un ataque grave a nuestro patrimonio histórico» y también «una herida para todos nosotros» porque el Louvre es «la pantalla de la cultura francesa y de nuestro patrimonio», señaló Dati en la sesión de control al Gobierno ante la Asamblea Nacional.
Pero a continuación hizo hincapié en que los dispositivos de seguridad «no fallaron» sino que «funcionaron», y señaló que para verificarlo ha encargado una investigación administrativa que deberá detallar cómo sucedió todo.
Sobre el hecho de que se conocieran los problemas potenciales de seguridad en el museo, la ministra reconoció que se habían recibido alertas desde hace «mucho tiempo, diría que demasiado tiempo».
Pero añadió que por eso la directora del museo, Laurence des Cars, había encargado auditorías de seguridad en 2022, 2023 y 2024 que habían dado a una serie de recomendaciones que «se están poniendo en marcha».
Así se refirió a la modernización de la vídeovigilancia, que no existe en todas las salas y que se está desplegando.
También habló de la reestructuración de los centros de control de seguridad, con la creación de uno central, y de las redes de fibra óptica y de informática, lo que supone instalar «kilómetros de cable» y que igualmente es algo que se está haciendo.
La ministra destacó que eso toma tiempo por dos razones, porque las normas de un edificio patrimonial como es el Louvre imponen procedimientos en muchos casos más complejos, pero también por las reglas de los concursos públicos, que necesitan meses de procedimiento antes de que puedan iniciarse las obras.
Sobre las responsabilidades potenciales, Dati afirmó que una vez que se tengan las conclusiones de las investigaciones, «si hay que tomar medidas se tomarán y sacaremos las consecuencias».
El robo se produjo el domingo a las 9.30 horas (7.30 GMT), poco después de que el museo hubiera abierto al público. Un comando de cuatro ladrones llegó al flanco sur del Louvre con dos motos y un camión con un montacargas, del que se sirvieron para subir dos de ellos hasta la Galería de Apolo, en la primera planta.
Una vez en el balcón, abrieron un boquete con un disco de corte en el cristal de una de las puertas y se dirigieron a dos vitrinas que fracturaron con esa misma herramienta.
Se llevaron nueve joyas pero una de ellas, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, la perdieron en su huida. Toda la operación duró únicamente siete minutos.
Decenas de investigadores están trabajando para tratar de dar con esos cuatro hombres y recuperar el botín, de un valor histórico y patrimonial «incalculable», según la ministra. EFE
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