
Los agricultores alertan que crisis políticas personales frenan la economía de Brasil
Río de Janeiro, 15 jul (EFE).- La Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA) advirtió este martes que la economía del país está «a la sombra de una agenda política secuestrada» por crisis personales e ideológicas.
La entidad, principal patronal del influyente sector agropecuario, señaló en una dura declaración que estas disputas internas obstaculizan la recuperación económica, la atracción de inversiones y la apertura de mercados.
Pese a que no citó ningún conflicto en especial, el documento coyuntural fue divulgado tras la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles del 50 % a las importaciones de productos brasileños debido a la «caza de brujas» que sufre el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, juzgado por golpismo en el país.
Mientras que el oficialismo atribuye esa amenaza a una campaña de los bolsonaristas para que el Congreso apruebe una amnistía a los acusados de intentar un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, la oposición culpa al líder progresista por su supuesta política exterior antiestadounidense.
La CNA destacó en su declaración que Brasil, que debería consolidarse como proveedor clave de alimentos, energía limpia y minerales críticos, aparece en titulares internacionales por «crisis políticas personales».
Según la Confederación, esa «agenda política secuestrada», incluso en las relaciones internacionales, quedó evidente en la carta en la Trump anunció la elevación de los aranceles, «un gesto simbólico, pero que resonó en las instituciones brasileñas y creó nuevo ruido en la imagen del país en el exterior».
El comunicado critica a los tres poderes del Estado.
Al Congreso lo acusa de perder tiempo en disputas alejadas de los intereses económicos del país presionado por los intereses politiqueros de los legisladores.
Al Poder Judicial lo señala por un protagonismo institucional que, aunque a veces necesario, genera inestabilidad.
Y al gobierno de Lula lo responsabiliza por reabrir heridas políticas, tratar a adversarios como enemigos y alimentar antagonismos, en lugar de liderar una agenda pragmática.
La CNA subraya que estas dinámicas minan la confianza empresarial, la previsibilidad reguladora y la estabilidad institucional, esenciales para el crecimiento.
«Mientras que el Brasil real intenta recuperar su economía, atraer inversiones, abrir mercados y generar empleos, la política insiste en girar en torno a una pauta estéril, paralizadora y marcada por radicalismos ideológicos y antinacionales», afirmó la entidad.
La confederación llamó a todos los sectores a priorizar reformas estructurales y a restaurar la competitividad del país en el escenario global.
«Brasil necesita volver a mirar hacia adelante. Y eso exige madurez de todos los lados. La política tiene que corregir esa grave crisis», afirmó la patronal. EFE
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