
Los efectos de la hambruna en cuatro hospitales de Gaza: «La situación es catastrófica»
Gaza/Jerusalén, 30 ago (EFE).- Sobre una cama del hospital Naser de Gaza, vestida solo con un pañal, los ojos de Najah, que no llega a los dos años, sobresalen en una cara enflaquecida por el hambre. No tiene músculo ni grasa en el cuerpo y su abdomen está hinchado por la falta de proteína.
Najah es una de los ocho niños ingresados en este centro por desnutrición, que se unen a las decenas de pacientes tratados por hambre en cuatro hospitales más del norte, centro y sur del enclave palestino con los que ha contactado EFE, cuyos médicos detallan una situación «catastrófica», donde la falta de proteínas y vitaminas los está llevando a la muerte.
Todo ello en una situación calificada por la ONU de hambruna en zonas del norte de Gaza, a causa del bloqueo que impone Israel a la entrada de alimentos desde marzo, primero de manera total y luego parcial, que impide que la Franja esté surtida para una población que lleva a las espaldas casi dos años de ofensiva.
Situación «catastrófica» en el norte
«La situación es catastrófica en el Hospital Al Shifa», resume a EFE Mohammad Abu Salmia, director de este centro situado en la ciudad de Gaza, capital del enclave, que es donde se concentra la hambruna -allí no llegan prácticamente alimentos- y que está ahora amenazada por los planes del Gobierno israelí de invadirla y expulsar a su millón de habitantes.
En solo dos semanas han tratado más de mil casos de desnutrición, explica este médico. «No hay nada que podamos hacer para tratar a los pacientes desnutridos, salvo soluciones médicas para mantenerlos con vida», dice Abu Salmia.
La hambruna está afectando también al personal médico. «Muchos profesionales sanitarios han caído al suelo en quirófanos y servicios de urgencias», detalla el director, que recuerda que trabajan mientras «dejan a sus hijos en casa, hambrientos y en malas condiciones psicológicas y físicas».
En la planta el departamenteo de Nutrición del Al Shifa, su jefe, el doctor Mohamed Akhil, muestra a EFE algunos de los casos: jóvenes y adultos heridos por las bombas israelíes que tardan semanas en recuperarse de las cirugías por la falta de alimento.
Cada día, dice, llegan 150 heridos al centro, que ya tienen síntomas de desnutrición y son sometidos a operaciones complejas. «El reto empieza después de las cirugías», dice, ya que necesitan proteínas, vitaminas y minerales, muy difíciles de encontrar en Gaza, que el hospital no puede proveer.
Largas convalecencias
En la planta donde están algunos de sus 13 pacientes con desnutrición severa se encuentra Karam Rahumi, un joven que mira a la cámara apático desde su cama. Lleva dos meses hospitalizado recuperándose de una herida en el abdomen. Cuando llegó pesaba 62 kilos y ahora está en unos 30.
A su lado, otro joven, Mahmoud Abu Salah, tiene toda la pierna derecha cubierta de hierros por una gran fractura y una cicatriz que recorre su estómago de arriba a abajo. Tuvieron que extirparle parte del intestino, dice el médico, y su recuperación, ya de por sí compleja, está siendo más lenta por la falta de comida.
En otra sala, Hamada, un niño de 17 años tumbado en su cama, con las rodillas protuberantes debido a su extrema delgadez, también se recupera de heridas en el abdomen. «Pesaba aproximadamente 68 kilos y ahora pesa 32», resume el doctor.
Según este médico, de los 500 pacientes con lesiones ingresados, el 70 % sufre desnutrición. Y a estos casos de personas operadas hay que sumar, dice, los que «llegan a urgencias con fatiga extrema y desmayos debido a la falta de comida», en algunos casos después de tres días sin comer.
Los heridos que se recuperan de cirugías, explica Akhil, pertenecen al grupo de personas que tolera peor la desnutrición, junto a mujeres embarazadas y lactantes y niños.
Los niños, primeros afectados
En niños está especializado el Hospital Al Rantisi o Al Nasr, situado también en la amenazada ciudad de Gaza. Su director, el médico Jamil Suleiman, explica que la ocupación del hospital supera actualmente el 250 %.
Los menores ingresados, dice, sufren sobre todo enfermedades respiratorias, fiebre, cutáneas y desnutrición. Un 30 % padece la falta de alimentos.
En el sur de Gaza, en el hospital Naser de la localidad de Jan Yunis, el jefe de Pediatría, Ahmed al Farra, enseña en un vídeo enviado a EFE dos de los ocho casos de desnutrición aguda infantil que tenían este lunes.
Entre ellos está Najah Hadeed, la niña de ojos ahora enormes. Tiene un año y ocho meses y debería pesar entre 11 y 12 kilos. Solo pesa siete y medio.
«Najah perdió músculo y grasa, solo tiene el esqueleto cubierto de piel», explica mientras pellizca su pierna cubierta de piel arrugada, bajo la mirada atenta de la niña.
May Abu Arar solo tiene un mes menos que Najah y comparte habitación con ella. Su madre la deja en la cama para que el médico muestre su caso. Tiene las piernas hinchadas y con edemas, y su pelo se cae fácilmente, explica Al Farra mientras señala las cicatrices de la desnutrición en esta niña llorosa, cuyo estado describe como «apático» e «irritable».
Hospitales saturados
En Deir al Balah, situada en el centro del poco territorio de Gaza que no está bajo control israelí, se encuentra el hospital Mártires de Al Aqsa, el único operativo en la zona y que cubre a aproximadamente 800.000 gazatíes, cuatro veces más que antes de la ofensiva israelí.
Su director, Mohammad Shaheen, explica a EFE que tienen unos veinte casos de desnutrición.
El centro, relata, no cuenta con especialistas en esta dolencia a la que se tienen que enfrentar los cada vez más escasos hospitales de Gaza, que acusan desde hace meses falta de camas, medicinas y material, una situación ahora empeorada por una hambruna sin precedentes que, según las autoridades gazatíes, ya ha llevado a la muerte a más de 300 personas.EFE
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