Magnate Babis no venderá su grupo agroindustrial pese a dudas sobre conflicto de interés
Praga, 13 nov (EFE).- El magnate y posible próximo primer ministro de Chequia, Andrej Babis, anunció este jueves que no venderá su conglomerado agroindustrial pese a posibles conflictos de interés, que según el presidente checo, Petr Pavel, son incompatibles con encargarle formalmente la jefatura del Gobierno.
El líder del partido populista ANO y ganador de las elecciones legislativas de octubre pasado, con un 34,5 % de los votos, firmó a comienzos de noviembre con dos partidos eurocríticos un pacto y programa de Gobierno, aunque no ha recibido todavía de Pavel el encargo formal para gobernar.
«Lo he dicho varias veces: no voy a vender Agrofert», aseguró Babis este jueves en un vídeo colgado en sus redes sociales, tras reunirse en la víspera con el presidente checo, quien le exigió una explicación pública de cómo solucionará sus conflictos de interés.
Agrofert es el principal grupo agroindustrial del país, con el que Babis ha hecho una gran fortuna, valorada en varios miles de millones de euros, con lo que es una de las personas más ricas de Chequia.
«Solucionaré el conflicto de intereses de acuerdo con las leyes checas y europeas», aseguró Babis sin dar más detalles al respecto.
El ex primer ministro (2017-2021) quiere volver al Gobierno al frente de una coalición con los partidos derechistas y eurocríticos SPD y Motoristé, con los que controla 108 de los 200 escaños en el Parlamento.
Anoche la presidencia checa informó de que Pavel «sigue exigiendo que Andrej Babis anuncie públicamente cómo piensa resolver su conflicto de intereses antes de ser nombrado primer ministro».
La nota añade que el presidente checo «debe cumplir su promesa de defender la Constitución, por lo que exige claridad sobre cómo cumplirá con sus obligaciones constitucionales y legales».
«De lo contrario, el nombramiento suscitaría sospechas de que el presidente está instaurando un Estado inconstitucional», advierte Pavel, un exgeneral de la OTAN, quien en 2023 ganó las elecciones presidenciales precisamente contra Babis.
Esas obligaciones legales se refieren a una ley que el Parlamento checo aprobó en 2017 y que limita la influencia de los políticos sobre los medios de comunicación y las empresas que reciben fondos públicos o subvenciones europeas.
Babis se desprendió en 2023 del conglomerado mediático MAFRA, que incluía importantes diarios y estaciones de radio y canales de televisión, pero mantiene Agrofert, que se beneficia de subsidios públicos.
Durante el primer mandato de Babis, la Unión Europea (UE) detuvo pagos a la República Checa para reembolsos del presupuesto nacional que implicaban a empresas de Agrofert, un holding que emplea a unas 30.000 personas y factura anualmente unos 10.000 millones de euros.
El Parlamento Europeo aprobó también resoluciones que pedían que Chequia devolviera subsidios otorgados indebidamente al holding, que entonces estaba en una sociedad fiduciaria, pero controlada por Babis.
Además del posible conflicto de intereses en torno a Agrofert, Pavel exige que en el programa de gobierno de la nueva coalición de Babis se precise su postura ante la invasión rusa de Ucrania, los compromisos checos en la OTAN y el aumento de gasto militar. EFE
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