
Miles de personas exigen el cierre de un complejo contaminante en el este de Túnez
Túnez, 21 oct (EFE).- Más de 2.000 personas protestaron este martes en Gabes, localidad de la costa este de Túnez, que vive una jornada de huelga general regional, para exigir el desmantelamiento de un complejo químico que emite gases tóxicos que provocaron problemas respiratorios a varios cientos de personas y graves daños medioambientales, según diversas organizaciones.
Las protestas, que comenzaron hace más de una semana, se intensificaron con el paso de los días ante la ausencia de una respuesta por parte de las autoridades, que llegó, finalmente, el pasado sábado de mano del presidente tunecino, Kais Said, quien prometió una solución «urgente» mediante una «estrategia integral», todavía en estudio por parte del Ejecutivo.
Dos días después -este lunes-, el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Salah Zaouari, anunció la reanudación «de inmediato» de seis proyectos, que se habían paralizado, por valor de 200 millones de dinares (59 millones de euros), para poner fin a las emisiones de gases tóxicos.
Pese a las promesas de las autoridades, la huelga de este martes se materializó, con más de un 95 % de participación, según la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que acusa al Gobierno de permitir que continúe la producción en las factorías contaminantes, a pesar de los problemas que genera desde hace más de una década.
Además, las protestas continuaron tras el anuncio del Ejecutivo, que no planteó la posibilidad de desmantelar el complejo químico, como reclaman los ciudadanos de Gabes y localidades aledañas, que insisten en que las factorías del la zona industrial «son muerte».
En la manifestación de hoy, la más multitudinaria de los últimos días, los participantes portaban pancartas en las que se repetían las exigencias que corean cada día durante las protestas: «Respirar no es un lujo», «Fin del juego, Grupo Químico Tunecino (GCT, por sus siglas en francés)», «Queremos vivir» o «El complejo químico es muerte», entre otras.
A pesar del drama sanitario y ambiental que vive Gabes, también se encontraban carteles irónicos y con cierta dosis de humor: «Bienvenido a Gabes, los muertos respiran. Respira bajo tu propio riesgo».
A falta de saber cuándo se retomarán los proyectos anunciados por el ministro de Obras Públicas y Vivienda, los ciudadanos están dispuestos a continuar protestando «hasta el desmantelamiento del complejo», según rezaban otros rótulos que portaban los manifestantes. EFE
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