
Ministros de Exteriores de OTAN se citan en Praga con vista puesta en cumbre de Washington
Praga, 29 may (EFE).- Los ministros de Exteriores de la OTAN celebran una reunión informal este jueves y viernes en Praga que servirá para preparar la cumbre de líderes aliados que acogerá Washington del 9 al 11 de julio, en la que el apoyo a Ucrania será uno de los principales puntos de la agenda.
El encuentro en la capital checa comenzará este jueves con una recepción para los titulares de Exteriores de la Alianza organizada por el presidente de Chequia, Petr Pavel, quien entre 2015 y 2018 ocupó la presidencia del Comité Militar de la OTAN.
La reunión de los jefes de la diplomacia aliada propiamente dicha tendrá lugar durante la mañana del viernes, a poco más de un mes de la cita en Washington.
«En la cumbre (de Washington), fortaleceremos nuestra disuasión y defensa para un mundo más peligroso. Reforzaremos nuestro apoyo a Ucrania, tanto ahora como para el futuro, y fortaleceremos nuestras asociaciones en todo el mundo», declaró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, este lunes durante una rueda de prensa en Sofía.
Con la vista puesta en la cumbre, la OTAN está trabajando en cómo ella misma puede coordinar el suministro de equipos militares y entrenamiento a Ucrania. En la organización transatlántica ya han recibido la propuesta al respecto del comandante supremo de la Alianza para Europa (SACEUR), el general estadounidense Christopher G. Cavoli, según dijo Stoltenberg el martes en Bruselas.
Hasta ahora, la coordinación de la ayuda militar internacional para Ucrania la centraliza Estados Unidos con un grupo de medio centenar de países, conocido como “grupo de Ramstein”.
Se espera que los líderes de los países aliados en Washington den el visto bueno definitivo a que la Alianza se ocupe de coordinar el suministro de equipos a Ucrania, como parte de un nuevo paquete de apoyo a Kiev.
Según dijo la embajadora estadounidense ante la OTAN, Julianne Smith, en una rueda de prensa este miércoles, el objetivo de esa medida es «dar mayor coherencia» a la asistencia que los países otorgan de manera bilateral a Ucrania y «garantizar que haya un reparto adecuado de la carga en toda la Alianza» a la hora de apoyar a Kiev, sin grandes desigualdades entre las aportaciones de cada Estado miembro de la organización.
El paquete para Ucrania que está previsto acordar en Washington también debería cubrir la cuestión de la financiación. El secretario general de la OTAN ha propuesto crear un fondo para Ucrania con 100.000 millones de euros en cinco años, pero las cifras y modalidades definitivas se siguen negociando en la Alianza.
Smith hoy se limitó a decir que en la organización transatlántica están «buscando formas de identificar y asegurar recursos adicionales» para Ucrania.
Indicó que de ese modo se enviaría a Moscú «una señal útil duradera» de que los aliados de la OTAN «están preparados para asumir un compromiso a más largo plazo con nuestros amigos de Ucrania».
Agregó que en la OTAN también debaten «si se necesita designar o no alguna especie de representante que nos ayudaría a gestionar todos los diferentes esfuerzos que están en marcha en la Alianza» en relación con Ucrania.
«Dado todo el trabajo existente dentro de la Alianza, está la pregunta de si necesitamos o no a alguien aquí que gestione todos esos flujos de trabajo que pueden combinarse con algunas de las nuevas iniciativas que se desplegarán en la cumbre», expuso Smith.
Añadió que en la declaración de la cumbre de Washington habrá «algún nuevo lenguaje» sobre las aspiraciones de Ucrania para convertirse en miembro de la OTAN, pero subrayó que es «improbable» que en julio se invite a Kiev a entrar en la organización transatlántica.
La reunión en Praga tiene lugar después de que el secretario general de la OTAN haya dicho que los países de la Alianza deberían permitir a Ucrania emplear las armas donadas por Occidente para atacar a Rusia dentro de su territorio nacional. En ese sentido, Stoltenberg ha instado a los socios atlánticos a levantarle a Kiev la prohibición de hacerlo. EFE
jug/ad