
Misterio alrededor de un asalto en la embajada de Corea del Norte en Madrid

Una semana después de los hechos, las autoridades españolas intentaban todavía este viernes echar algo de luz sobre el misterioso asalto producido en la embajada de Corea del Norte en Madrid, de donde se habrían robado algunos ordenadores.
Según fuentes cercanas a la investigación citada por varios medios españoles, diez hombres habrían irrumpido el pasado viernes en la embajada, empuñando «armas simuladas».
Una vez dentro, después de maniatar y amordazar a las personas presentes en el edificio, se habrían hecho con documentos, ordenadores y teléfonos y marcharon con dos vehículos de la embajada con matrícula diplomática que habrían abandonado más tarde.
Según el diario El País, los investigadores no descartan la pista del «espionaje político».
Desde las fuerzas del orden y el gobierno español, la respuesta este viernes era el silencio y la discreción.
«Se está investigando lo que ocurrió», indicó un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, sin querer precisar la naturaleza de los hechos.
Una frase repetida casi palabra por palabra por la policía y el ministerio de Interior, que subraya que «no hay ninguna denuncia» presentada por la embajada de Corea del Norte.
La AFP intentó sin éxito contactar telefónicamente el viernes con la sede diplomática, situada en una casa de un barrio residencial de Madrid, a poco más de un kilómetro de las dependencias de los servicios de inteligencia españoles.
– El antiguo embajador, próximo de Kim Jong Un –
El único elemento que el gobierno y la policía confirman oficialmente desde las primeras informaciones publicadas el miércoles es la atención, el 22 de febrero, de una mujer norcoreana ligeramente herida en la vía pública cerca de la embajada.
Según los medios, ella habría alertado del asalto. El gobierno también deslizó que la investigación fue asumida por la Comisaría General de Información, encargada de los asuntos sensibles.
«Lo único que sé directamente es que hubo robo de material informático y de teléfonos móviles y de que el personal se encuentra bien, que sufrió unas pequeñas heridas», afirmó a la AFP el español Alejandro Cao de Benós, que trabaja desde 2002 para el régimen de Corea del Norte como delegado especial para el comité de relaciones culturales internacionales.
Cao de Benós, también presidente de la Asociación de Amistad con Corea, dice tener estas informaciones de «técnicos administrativos» de la embajada y reconoce no haber podido hablar con el único diplomático norcoreano actualmente en Madrid tras la expulsión de su embajador, ahora persona de confianza de Kim Jong Un.
En septiembre de 2017, España, entonces dirigida por el conservador Mariano Rajoy, expulsó al embajador Kim Hyok Chol declarándolo «persona non grata» después de los ensayos nucleares y el disparo de misiles desarrollados por el régimen norcoreano.
Kim Hyok Chol es ahora el emisario norcoreano para los Estados Unidos y llegó a Hanoi (Vietnam) una semana antes de la cumbre del miércoles y jueves para prepararla con su homólogo estadounidense.
La cumbre fracasó el jueves, abriendo un nuevo periodo de incertidumbre.