
Más de 10.000 taiwaneses participaron en actos religiosos en China en 2024, según estudio
Taipéi, 23 oct (EFE).- Más de 10.000 taiwaneses participaron en actividades religiosas en China con el respaldo del Gobierno de Pekín el año pasado, según un informe de la ONG isleña IORG, que interpreta estos eventos como parte de los esfuerzos de las autoridades continentales por «ampliar su influencia» sobre Taiwán.
En el estudio, publicado este miércoles y que empleó herramientas de inteligencia artificial para analizar 7.346 textos en línea, la entidad sostiene que al menos 10.496 taiwaneses asistieron a más de 110 encuentros religiosos amparados por la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) en 2024.
La mayoría de esos eventos estuvieron dedicados a Mazu, la diosa del mar en la mitología china, de acuerdo a IORG, que calcula que más de un millar de taiwaneses participaron en dos ceremonias celebradas en el templo ancestral de Meizhou, en la provincia suroriental de Fujian, durante el mes de octubre.
«El Gobierno chino impulsa la ‘unificación de los estándares culturales de Mazu a ambos lados del Estrecho’, afirmando que con ello busca ‘promover el desarrollo integrado’ y ‘fortalecer la identidad nacional de los compatriotas taiwaneses'», apuntó el documento.
Si bien el Partido Comunista chino (PCCh) defiende el ateísmo y «ha vulnerado durante largo tiempo la libertad religiosa», utiliza precisamente la religión como «instrumento político» para «establecer vínculos materiales con determinadas personas, templos y asociaciones de la isla» y así «aumentar su influencia sobre Taiwán», señaló IORG.
«El PCCh continúa encubriendo su propaganda política bajo el pretexto del intercambio religioso, con el fin de reforzar una visión del mundo alineada con los intereses de China y de legitimar su ambición de ‘unificar Taiwán'», sostuvo la organización.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín considera a la isla como una «parte inalienable» de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la «reunificación nacional», clave en el objetivo a largo plazo del presidente, Xi Jinping, de lograr el «rejuvenecimiento» de la nación china. EFE
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