Países Bajos equipará sus submarinos con un misil europeo desarrollado junto a España

La Haya, 17 jun (EFE).- Países Bajos equipará sus futuros submarinos con un misil de crucero desarrollado en Europa, como parte de un proyecto liderado por España, y abandona su plan inicial de adquirir la variante estadounidense Tomahawk, debido a su alto coste y problemas de producción, anunció este martes el Gobierno neerlandés en funciones.

La decisión forma parte del proyecto estratégico de adquisición de capacidad Maritime Strike (Ataque Marítimo), que busca dotar a la Marina neerlandesa de misiles de largo alcance capaces de destruir objetivos clave tierra adentro desde el mar, incluso sin señal GPS. Esta capacidad, según el Gobierno, es fundamental en el actual contexto internacional de seguridad.

“Las Fuerzas Armadas deben ser capaces de luchar y ganar. Eso genera disuasión y contribuye a prevenir conflictos armados. El armamento de largo alcance es un complemento importante de la capacidad armamentística existente y del poder de combate de la OTAN. Defensa necesita un arma de largo alcance, con alta precisión y un alcance superior a 1.000 kilómetros”, señaló.

El modelo lanzado desde tubos de torpedos del Tomahawk (TTL) ya no se fabrica y reactivarlo requiere desarrollar y montar una nueva línea de producción en Estados Unidos, pero sin socios internacionales interesados en repartir los costes el proyecto es financieramente inviable y técnicamente ineficiente, especialmente para los actuales submarinos clase Walrus, que están cerca del fin de su vida útil.

“Pero la necesidad de contar con capacidad Maritime Strike en los futuros submarinos clase Orka sigue vigente. Por eso, se ha decidido participar en el desarrollo del Joint Strike Missile – Submarine Launched (JSM-SL) mediante una colaboración europea liderada por España”, señaló. Se prevé que esté listo para integrarse en los futuros submarinos clase Orka en 2032.

Para las fragatas de defensa aérea (LC), Países Bajos sí mantendrá la compra de misiles Tomahawk y la primera entrega está prevista para 2028.

El coste total del proyecto se sitúa entre 1.000 y 2.500 millones de euros.

El Parlamento neerlandés debate este martes la decisión del Ejecutivo neerlandés, que gobierna en funciones desde principios de mes, de aumentar el presupuesto de defensa de Países Bajos hasta el 3,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), como busca la OTAN, y destinar otro 1,5 % a cuestiones que benefician indirectamente a la defensa, como la ciberseguridad y la mejora de carreteras y puentes.

Se espera que la Cámara apruebe este plan, incluso con el respaldo de la oposición de izquierdas que lidera el exvicepresidente de la Comisión Europea, el político neerlandés Frans Timmermans. EFE

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