Países Bajos defiende su intervención en Nexperia y alerta de la “vulnerabilidad” europea
Bruselas, 23 oct (EFE).- El primer ministro en funciones de Países Bajos, Dick Schoof, defendió este jueves como “muy sensata” la decisión de su gobierno de intervenir en la compañía de chips Nexperia para impedir la transferencia de conocimiento hacia China, y advirtió de que las consecuencias de esa medida ponen de relieve “la vulnerabilidad” de Europa y de sus empresas.
En declaraciones a la prensa a su llegada a la cumbre de líderes europeos en Bruselas, Schoof reconoció que el caso Nexperia, aunque se originó en Países Bajos, “preocupa a muchos países” por los problemas en el abastecimiento de semiconductores que se han generado, y subrayó que “no es una medida contra China, sino una respuesta a la mala gestión del director ejecutivo”.
El Gobierno neerlandés recurrió a finales de septiembre a la Ley de Disponibilidad de Bienes, una norma de la posguerra nunca antes aplicada, para intervenir durante un año en Nexperia, restringiendo las decisiones internas de la empresa y destituyendo a su director ejecutivo, Zhang Xuezheng, responsable también de la matriz china Wingtech Technology, por “motivos fundados para dudar de una gestión adecuada”.
Preguntado si la medida había sido imprudente dada su repercusión, Schoof defendió hoy que “no, fue muy sensata” y explicó que Países Bajos es “plenamente consciente de las consecuencias, pero el problema era la mala gestión, y había que actuar”.
“Se está trabajando intensamente en una solución. Es importante restablecer una gestión adecuada para que la producción pueda continuar de forma responsable”, añadió el primer ministro, que insistió en que las consecuencias del caso “evidencian la vulnerabilidad” del tejido empresarial europeo.
En represalia, China impuso una prohibición de exportación a la filial de Nexperia en su territorio, impidiendo a la compañía y a sus subcontratistas exportar determinados componentes y productos semielaborados fabricados en su planta local, con capacidad para producir más de 50.000 millones de chips al año.
Con sede en la ciudad neerlandesa de Nimega, Nexperia fabrica chips usados en teléfonos móviles, automóviles y paneles solares, entre otros, y es un proveedor clave para la industria europea. Su adquisición por parte de Wingtech en 2019 ya había despertado inquietud, en medio de la creciente vigilancia de la dependencia tecnológica respecto a China.
Desde Alemania se ha criticado la actuación neerlandesa, ya que la industria automovilística alemana depende en gran medida de los chips de Nexperia fabricados en China.
El grupo automovilístico alemán Volkswagen, por ejemplo, no descarta un impacto a corto plazo en su producción dados a los problemas de suministro, confirmó a EFE un portavoz de la compañía. Aunque Nexperia no es su proveedor directo, algunos componentes fabricados por la empresa china se integran en piezas suministradas por sus proveedores inmediatos. EFE
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