Voto: tedioso proceso para iraquíes en Suiza
Los iraquíes radicados en Suiza deben viajar a Francia o Alemania para poder registrarse en los listados de electores.
Sin embargo, a muchos les faltan los papeles necesarios para salir al exterior o el dinero para hacerlo.
El 30 de enero es la fecha señalada para las primeras elecciones libres en Irak. Alrededor de un millón de iraquíes residentes en el extranjero tienen la posibilidad de emitir su voto en 14 países.
Esos países fueron elegidos por la Comisión Electoral Independiente de Irak, porque albergan a grandes comunidades de iraquíes. El proceso electoral fue acordado con el consentimiento de los gobiernos de cada país implicado en este voto a distancia.
Piedras en el camino
“He conversado con muchos iraquíes que quieren votar. Lo consideran una obligación patriótica”, indica a swisinfo Abdullah Suker Al-Ghazali, presidente de la comunidad iraquí en Suiza. “Es una oportunidad de demostrar al mundo que queremos un Estado democrático.”
En Suiza viven entre 6.000 a 9.000 iraquíes, un tercio de entre ellos es menor de 18 años, edad mínima para participar en el proceso electoral. No obstante, el camino al voto de los residentes iraquíes en la Confederación no es sencillo.
Debido a que en Suiza no se ha previsto instalar ningún local de registro electoral, los interesados deberán viajar a Francia o Alemania. Los locales electorales más cercanos se encuentran en las ciudades germanas de Múnich y Mannheim.
Además, se requiere hacer el viaje dos veces: el primero para ser incluido en el registro electoral, entre el 17 y el 23 de enero próximo. El segundo para emitir el sufragio, del 28 al 30 de enero.
Algunos iraquíes habrán de sortear otros obstáculos antes de planear el viaje.
El primer impedimento es el costo financiero que implica el desplazamiento.
Otro adicional es el hecho de que muchos iraquíes deben llenar ciertos requisitos para poder salir del país, pues muchos de ellos viven en Suiza en calidad de refugiados o se encuentran esperando la respuesta de las autoridades suizas a su solicitud de asilo.
Permiso especial
“En principio, alguien que ha presentado su solicitud de asilo ante las autoridades suizas no puede salir del país”, explica Mario Tuor, portavoz de la Oficina Federal de Migración.
“Para esa gente se ha encontrado una solución: pueden acudir a la sección de migración del cantón donde viven para obtener un permiso especial creado para que puedan participar en las elecciones de su país.” Unos 800 iraquíes radicados en Suiza podrían tocar esa puerta.
Con ello desaparecería una de las piedras en el camino a los centros de sufragio. Pero aún queda otro requisito: la visa. “Es una decisión del Estado al que considere dirigirse el viajero, ya que el él el que decide si lo admite con o sin visa”, explica Tuor.
Preparativos especiales de la embajada germana
Las personas de nacionalidad iraquí requieren de visa para ingresar tanto en Alemania como en Francia. Hasta ahora sólo una docena de iraquíes han solicitado la visa en la Embajada de Alemania en Berna, según indica su portavoz, Wolfgang Spliesgart.
“Alemania quiere apoyar el proceso electoral y es consciente de la necesidad de faciliar a los iraquíes el acceso a nuestro país para acudir a las urnas”, agrega.
Normalmente la obtención de la visa puede tardar entre dos semanas a dos meses. “En este caso sería totalmente absurdo”, reconoce Spiesgart. Por ello hemos aumentado el personal encargado de extender las visas hasta el 19 de enero próximo. “Las personas de Irak que quieran participar en las elecciones serán atendidas con prioridad”, asegura Spliesgart.
Aquellas que ya han obtenido el permiso especial helvético deben demostrar a las autoridades diplomáticas germanas que regresarán a Suiza, con argumentos fehacientes. TAl afirmación debe estar también sustentada con documentos, aclara el portavoz de la Embajada de Alemania.
Los iraquíes se organizan
Los iraquíes que ya hayan obtenido del gobierno suizo el estatuto de refugiados no necesitarán visa si no han salido del país durante un máximo de 90 días en medio año; tal y como lo establece el Convenio de Ginebra de 1951.
Mil seiscientos ciudadanos iraquíes en Suiza cuentan con un permiso de residencia, según cifras proporcionadas por Abdullah Suker Al-Ghazali, presidente de la comunidad iraquí en este país.
Ellos tienen el camino más fácil. “Voy a ir a votar con mi esposa y mi hijo a Mannheim”, indica el propio Suker Al-Ghazali.
No obstante, a otros de sus compatriotas no les es tan sencillo tomar la decisión, por motivos económicos. Por ello, el presidente de la comunidad iraquí en Suiza intenta organizar un viaje en común para aligerar los gastos. “Espero la oferta de una agencia de viajes para saber cuánto costaría el traslado y cómo podríamos financiarlo.”
También Tamer Sabâa Al Joumaili, director del centro de diálogo y cultura ‘Ishrqu’ en Lausana, intenta, por su parte, organizar un viaje a Munich. Quince personas ya se han inscrito en la lista de interesados. Cada una deberá cubrir los gastos del recorrido.
Frente a la serie de trámites y requisitos para decidir el viaje, sólo un pequeño porcentaje de los iraquíes que viven en Suiza podrá concretar su participación en el proceso electoral de su país. Para la mayoría, toda la preparación es demasiado complicada.
Pese a ello, Suker Al-Ghazali incita a su gente: “Si renunciamos o postergamos esta posibilidad electoral, les dejamos la puerta abierta a esos bandidos fanáticos. Se trata de una oportunidad a favor de toda la región y debemos aprovecharla.”
swissinfo, Christian Raaflaub e Islah Vuillemin-Bakhat
Traducido por Patricia Islas Züttel
14 países elegidos para instalar 150 oficinas de voto:
Australia
Alemania
Dinamarca
Francia
Gran Bretaña
Irán
Jordania
Canadá
Países Bajos
Suecia
Siria
Turquía
Estados Unidos
Emiratos Árabes Unidos
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