
Protestas en Ecuador cumplen un mes sin acercamiento ni diálogo entre Gobierno e indígenas
Quito, 21 oct (EFE).- Las protestas en Ecuador contra el presidente Daniel Noboa cumplen un mes desde su inicio el 22 de septiembre, sin acercamientos entre el Gobierno y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que mantiene bloqueos de carreteras en la provincia de Imbabura, epicentro del conflicto creado por el rechazo al final del subsidio al diésel y al que han sumado otras demandas.
Noboa ha expresado su rechazo a sentarse a conversar con los dirigentes de la Conaie, la mayor organización social del país, que convocó a un «paro nacional indefinido» que solo se ha secundado parcialmente en algunas provincias andinas, con Imbabura como el núcleo principal.
Hasta el momento, las protestas han dejado dos manifestantes fallecidos por disparos de armas de fuego presuntamente procedentes del Ejército durante enfrentamientos por tratar de despejar las vías que la población indígena de Imbabura mantienen cortadas.
Además, ha habido cerca de 300 heridos, según organizaciones de derechos humanos, y al menos 118 detenciones, entre ellos doce enviados a prisión preventiva acusados de terrorismo tras ser capturados el 22 de septiembre después de un ataque a un cuartel de Policía en Otavalo (Imbabura), donde quemaron diez vehículos.
Aunque el detonante de las protestas fue la eliminación del subsidio al diésel, decretada por Noboa el 12 de septiembre, lo que elevó en su momento el precio del combustible de 1,80 a unos 2,80 dólares el galón (3,78 litros), la Conaie pidió después bajar tres puntos del impuesto al valor agregado (IVA) hasta el 12 % y la liberación de los detenidos en las manifestaciones.
Asimismo, la Conaie agregó en las protestas su rechazo al referéndum convocado por Noboa el próximo 16 de noviembre, en el que, entre otras reformas, se votará si se instala una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución vigente desde el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017), lo que ha llevado al Gobierno a señalar a la protesta como «política».
La más reciente petición de la Conaie tiene que ver con el aumento del salario básico de 470 a 650 dólares mensuales.
Tras una tregua parcial fallida la semana pasada, el diálogo entró en un punto muerto cuando el domingo el Gobierno dio por cerradas las conversaciones que mantenía con algunas organizaciones indígenas de Imbabura, cuyas comunidades rechazaron los acuerdos alcanzados y optaron por seguir las protestas en lugar de sentarse a dialogar.
«Pidieron un diálogo y estuvimos en el diálogo como Gobierno. Llegamos a acuerdos que hemos cumplido y que ellos no. Ellos se encargaron de cerrar la puerta a este diálogo», señaló el ministro del Interior, John Reimberg, quien el lunes apuntó que «a partir de ahora cualquier cosa que pase será responsabilidad de ellos».
Para la Conaie, esas palabras del ministro son «una amenaza abierta y un intento de justificar la represión».
En cambio, la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, considera que el paro es «una herramienta» de ciertos sectores indígenas «para hacer su plataforma política» y para, supuestamente, desestabilizar a Ecuador. EFE
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