Seguridad y economía copan un debate presidencial en Chile sin grandes confrontaciones
María M. Mur
Santiago de Chile, 26 oct (EFE).- La seguridad y la economía volvieron a monopolizar este domingo un nuevo debate presidencial en Chile, en el que los ocho candidatos a La Moneda mostraron un comportamiento moderado y expusieron sus propuestas sin grandes confrontaciones, a tres semanas de las elecciones del 16 de noviembre.
El formato del debate, el gran número de intervenciones y el riesgo de cometer algún error en la recta final de la campaña contribuyeron a la templanza de un debate en televisión abierta, de más de dos horas, en el que los candidatos evitaron las polémicas y se centraron en las principales preocupaciones ciudadanas: combatir la delincuencia e impulsar el crecimiento.
Todas las encuestas señalan que la izquierdista Jeannette Jara, exministra de Trabajo del actual Gobierno de Gabriel Boric, será la ganadora de los comicios, pero sin el porcentaje suficiente como para asegurar la Presidencia en primera vuelta.
Hasta la semana pasada, los sondeos indicaban que Jara se enfrentaría en el balotaje del 14 de diciembre al ultraderechista José Antonio Kast, pero las últimas encuestas muestran que el líder del Partido Republicano se estaría desinflando.
El abogado ultracatólico, que compite por la Presidencia por tercera vez, estaría siendo alcanzando por los otros candidatos conservadores: la exalcaldesa Evelyn Matthei, de la derecha tradicional, agrupada en la coalición Chile Vamos, y el exdiputado Johannes Kaiser, líder del Partido Nacional Libertario, una extrema derecha más radical que la de Kast.
Mano dura contra la delincuencia
Pese a que Chile sigue siendo uno de los países más seguros de la región, la delincuencia ha aumentado en los últimos años y ha sido uno de los principales dolores de cabeza de la Administración de Boric, que no puede presentarse a la reelección y dejará La Moneda el próximo marzo.
Jara, candidata de la coalición oficialista, aseguró en el debate que «al contrario de lo que algunos creen, la seguridad pública no es un tema ni de izquierdas ni de derechas, es un derecho de las personas el vivir y dormir tranquilas».
«No me temblará la mano para perseguir a los delincuentes», agregó, consciente de que hay cierto descontento entre la ciudadanía por la gestión del Gobierno en la materia.
Sin embargo, los que proponen las medidas más duras e incluso llegan a responsabilizar a la migración de esa delincuencia son Kast, Kaiser y, en menor medida, Matthei.
Como ya habían indicado en otras ocasiones, los tres prometieron «blindar la frontera», construir más cárceles y aumentar las dotaciones policiales.
Apenas se hicieron nuevos anuncios, salvo que Kast aseguró que, si llega a ser presidente, no regularizará a ninguno de los 360.000 migrantes irregulares que viven en Chile y les «invitará» a irse y a «pagar su pasaje de salida».
«Es mucho más económico pedirles que colaboren para que vuelvan a su patria que retenerles en Chile», subrayó el ultraderechista, que perdió contra Boric en las presidenciales de 2021 y, a diferencia de hace cuatro años, evita hablar de libertades individuales, como el aborto, la eutanasia o el matrimonio igualitario.
Quien sí busca «dar la batalla cultural» es Kaiser, quien prometió «expulsar a todos los extranjeros que estén ilegales» y «recuperar la estructura valórica de nuestro país para reducir la delincuencia».
Del «salario vital» a los recortes
En materia económica, hay consenso en que Chile debe impulsar el crecimiento y expandirse por encima de las tasas actuales -en 2024 el PIB creció al 2,6 % y se estima una cifra cercana para este año-, pero los candidatos difieren en las soluciones.
La propuesta estrella de Jara es un «salario vital» de 750.000 pesos (cerca de 800 dólares al cambio de hoy), mientras que en las derechas, los tres proponen rebajas de impuestos e importantes recortes, que van desde los 6.000 millones de Kast en 18 meses -«sin cortar ningún beneficio social»- hasta los 8.000 millones de Matthei en cuatro años.
También compiten para llegar a La Moneda, pero sin apenas opciones, el economista Franco Parisi (populismo de derecha), el exdiputado Marco Enríquez-Ominami (izquierda), el exdirigente de fútbol Harold Mayne-Nicholls (liberal) y el profesor Eduardo Artés (extrema izquierda).
Junto con las presidenciales, en las que el voto será obligatorio por primera vez desde 2009, también se celebrarán el 16 de noviembre comicios parlamentarios para elegir al Congreso entero (155 diputados) y a 23 de los 50 senadores. EFE
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