Siete acercamientos entre Venezuela y EE.UU. en casi siete años sin relaciones
Carlos Seijas Meneses
Caracas, 22 nov (EFE).- Caracas y Washington han vuelto a expresar su disposición al diálogo, esta vez en medio del despliegue militar de EE.UU. en aguas del Caribe cercanas a Venezuela que ha elevado la tensión entre estos países, que acumulan más de dos décadas de desencuentros y casi un septenio sin relaciones diplomáticas, rotas en enero de 2019.
En los últimos años, ambos países han tenido varios contactos, algunos con la oposición venezolana involucrada, con resultados, en su mayoría, a favor de los intereses de cada uno.
A continuación, siete episodios de los intermitentes contactos y sus frutos:
Seguridad energética
En marzo de 2022, en medio de una escalada de precios del petróleo por la invasión rusa en Ucrania, una delegación del entonces presidente estadounidense, Joe Biden, visitó Venezuela para conversar sobre seguridad energética y de los seis exdirectivos de Citgo -filial de la estatal Pdvsa en EE.UU.- que estaban detenidos desde 2017.
Como resultado del que la Casa Blanca calificó como el viaje de mayor rango a Caracas en más de dos décadas, fueron liberados el cubanoestadounidense Jorge Alberto Fernández, detenido en 2021, y Gustavo Adolfo Cárdenas, exfuncionario de Citgo. Washington aclaró luego que no hizo ninguna concesión y que seguía sin reconocer a Nicolás Maduro como «el líder de Venezuela».
Canje de presos
En junio de 2022, Maduro informó de la visita de una «importante delegación» de EE.UU. para seguir con las conversaciones que empezaron en marzo y dar continuidad a «la agenda bilateral».
El 1 de octubre, EE.UU. liberó a dos sobrinos de la esposa de Maduro, Cilia Flores, condenados en diciembre de 2017 en una corte de Nueva York a 18 años de cárcel por narcotráfico, a cambio de la excarcelación de siete presos en Venezuela, entre ellos cinco exejecutivos de Citgo y el marine retirado Matthew Heath.
El regreso de Chevron
En 2022, Washington anunció que levantaría algunas de sus sanciones a Venezuela, entre ellas la prohibición a la petrolera Chevron de negociar con Pdvsa, para tratar de reactivar el diálogo en México entre la oposición y el chavismo, suspendido en octubre de 2021 por decisión de Caracas, tras la extradición a EE.UU. del empresario colombiano Alex Saab, estrecho colaborador de Maduro.
En noviembre de ese año, el Gobierno chavista y la oposición reanudaron sus conversaciones, lo que llevó a EE.UU. a autorizar a Chevron a retomar operaciones limitadas de extracción en Venezuela, como parte, según el Departamento del Tesoro, de una política dirigida a «la restauración de la democracia».
Repatriación «ordenada, segura y legal»
En octubre de 2023, ambos países suscribieron un acuerdo sobre migración para efectuar, de manera «ordenada, segura y legal», vuelos de repatriación de venezolanos desde EE.UU., informó entonces el gobierno de Maduro.
En un comunicado, señaló que el convenio fue alcanzado luego de varias «conversaciones sostenidas» con las autoridades estadounidenses. Ese mismo mes, Caracas aseguró que, durante 2023, llevó a cabo «negociaciones con representantes de Washington y con las distintas oposiciones de Venezuela» con el objetivo de «sanar las heridas sociales causadas por la ilegítima agresión económica».
Levantamiento de sanciones
También en octubre, EE.UU. anunció un levantamiento de sanciones durante seis meses, después de que el gobierno de Maduro y la opositora Plataforma Unitaria firmaran en Barbados un acuerdo sobre garantías para las elecciones presidenciales de 2024. Una vez vencido el plazo, el Departamento del Tesoro decidió no renovar el alivio.
En agosto de 2024, Maduro aseguró que, según lo discutido el año anterior, EE.UU. se había comprometido a desbloquear «los activos del Gobierno venezolano» y a levantar «todas las sanciones», de acuerdo con «el acta de aquella negociación» compartida entonces por el chavista, que también establecía la normalización de relaciones.
La libertad de Saab
En diciembre de 2023, EE.UU. entregó a Caracas a Alex Saab, quien se enfrentaba a cargos federales por el presunto lavado de hasta 350 millones de dólares defraudados, a cambio de la liberación de diez norteamericanos y de una veintena de presos políticos venezolanos.
Según Maduro, quien recibió con abrazos a Saab, Catar fue el facilitador entre Caracas y Washington. Por su parte, Doha celebró el éxito de su mediación y afirmó que seguirían sus esfuerzos para resolver las «cuestiones pendientes» entre ambos países.
Recepción de deportados
Poco después del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, en enero pasado, Caracas y Washington suscribieron un acuerdo para que Venezuela reciba a migrantes deportados, lo que se ha mantenido pese a las crecientes tensiones raíz de la presencia militar estadounidense en el Caribe.
El acuerdo se concretó durante una visita a Caracas de Richard Grenell -enviado especial del Trump-, tras la que, además, fueron liberados seis ciudadanos estadounidenses que estaban detenidos en Venezuela.
En julio pasado, Venezuela liberó a otros diez estadounidenses a cambio del regreso de 252 venezolanos encarcelados en El Salvador. EFE
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