
Taiwán exigirá que los ciudadanos chinos renuncien a su pasaporte para residir en la isla
Taipéi, 4 ago (EFE).- Los ciudadanos chinos que deseen establecerse en Taiwán deberán presentar un certificado que acredite la renuncia a su pasaporte de China, en el marco de las medidas impulsadas por el Gobierno isleño para frenar la «infiltración» de Pekín en su territorio, informó este lunes la agencia CNA.
Según las enmiendas propuestas por el Ministerio del Interior, y recogidas por CNA, los chinos que soliciten la residencia legal en Taiwán deberán presentar certificados notariales que constaten la pérdida de su registro domiciliario en China y que no han solicitado, poseído o que han renunciado a su pasaporte chino.
Las personas procedentes de China que deseen establecerse en Taiwán «deberán renunciar, conforme a la ley, a su registro de residencia y pasaporte de China continental, sin conservar ninguna doble identidad», señaló el ministerio, que todavía no ha aclarado la fecha de implementación de la normativa.
Esta modificación llega casi medio año después de que el presidente taiwanés, William Lai, anunciara un conjunto de iniciativas para frenar las operaciones de influencia de China, a la que calificó como una «fuerza externa hostil» contraria a los intereses de Taiwán, que se gobierna de forma autónoma desde 1949.
Entre las medidas propuestas por Lai figuraban un mayor escrutinio de las visitas de ciudadanos chinos a la isla, así como el endurecimiento de los procesos de naturalización e integración, que, según el mandatario, «deben tener en cuenta criterios de seguridad nacional».
Destitución de una funcionaria local
El cambio normativo coincide además con la destitución, el pasado viernes, de una jefa de aldea del este de Taiwán por su presunta condición de nacional china, convirtiéndose en la primera funcionaria local en ser apartada del cargo por este motivo, según medios locales.
La afectada es Deng Wan-hua, originaria de la provincia china de Sichuan, quien se trasladó a Taiwán en 1997 tras casarse con un ciudadano taiwanés y obtuvo su documento de identidad isleño hace 17 años. Desde 2022, se desempeñaba como jefa de la aldea de Xuetian, en el municipio de Fuli.
«No tengo nacionalidad china. Entonces, ¿qué problema de nacionalidad hay?», afirmó Deng en declaraciones recogidas por CNA. «Es el Ministerio del Interior y el partido gobernante (Partido Democrático Progresista) los que están forzando esto», agregó la ahora exfuncionaria.
El alcalde de Fuli, Chiang Tung-cheng, explicó que el Ministerio del Interior le solicitó en octubre de 2024 que actuara conforme a la Ley de Nacionalidad, la cual establece que un individuo de la República de China (nombre oficial de Taiwán) no puede desempeñar cargos públicos si posee otra nacionalidad.
Chiang recordó que, según la legislación taiwanesa, China y Taiwán no son países distintos, sino dos áreas del mismo país, por lo que Deng no puede renunciar formalmente a su ciudadanía china ni solicitar al Gobierno de Pekín que emita un certificado de renuncia.
En cualquier caso, el municipio optó por destituirla para «garantizar la transparencia» y permitir que la Justicia se pronuncie al respecto, aseguró.
En un comunicado, el Ministerio del Interior justificó el despido de Deng al recalcar que los representantes públicos «deben renunciar a cualquier nacionalidad distinta a la de la República de China antes de asumir el cargo», y completar dicho proceso «dentro del año siguiente a su toma de posesión». EFE
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