
Un barco con 150 rohinyás a la deriva en alta mar tras partir de Bangladés
Bangkok, 7 dic (EFE).- Un barco con al menos 150 rohinyás que partió de Bangladés se encuentra a la deriva en aguas del mar de Andamán después de que se le rompiera el motor y varios han muerto a bordo, informó este miércoles la ONG Arakan Project.
La directora de Arakan Project, Chris Lewa, indicó a EFE que, tras hablar con familiares de algunos de las personas en el barco, pudieron localizar el navío en aguas cerca de Tailandia, pero en este momento se baraja que pueda estar en India o Malasia.
Se cree que al menos cuatro personas han muerto en el barco, que partió el pasado 25 o 26 de noviembre de Bangladés y lanzó una llamada de socorro el domingo después de que se le rompiera el motor, según Lewa.
A bordo empieza a escasear la comida y el agua potable, al tiempo que tienen que vaciar continuamente el agua que entra en la embarcación.
Los pasajeros vieron a lo lejos un buque que identificaron de la Marina tailandesa, pero al parecer no se acercó a rescatarlos por razones desconocidas y ahora es una incógnita la localización del barco.
El activista rohinyá Aung Kyaw Moe, asesor del Ministerio del Gobierno de Unidad Nacional birmano (NUG, en sus siglas en inglés), indicó al medio Democratic Voice of Burma que ha pedido ayuda a las autoridades de Tailandia y Malasia para que ayuden al barco.
El NUG, opuesto a la junta militar birmana, está formado por políticos electos y activistas birmanos.
La política de Tailandia es ayudar a las embarcaciones con rohinyás, con reparaciones y víveres, pero evitar que desembarquen en territorio tailandés.
Al menos 119 rohinyás han muerto o desaparecido este año tratando de huir de Bangladés y Birmania (Myanmar) en decenas de barcos que tratan de llegar principalmente a Malasia, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En 2015, miles de rohinyás quedaron a la deriva en barcos durante semanas hasta que los gobiernos de Indonesia y Malasia accedieron a que llegaran a sus costas.
Las autoridades birmanas no reconoce la ciudadanía a los rohinyás, a los que considera inmigrantes bengalíes, y los somete desde hace años a todo tipo de discriminaciones, incluidas restricciones a la libertad de movimiento, sanidad y educación.
En agosto de 2017, el Ejército birmano lanzó una campaña militar contra la población rohinyá en el norte del estado Rakáin (Arakan), por la que el país se enfrenta a una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.
El brutal operativo militar motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés, donde continúan hacinados, junto a otros rohinyás que huyeron en anteriores oleadas de violencia, en el mayor complejo de campos de refugiados del mundo. EFE
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