
Un inmigrante devuelto a Francia desde el Reino Unido regresa a bordo de un bote
Londres, 22 oct (EFE).- Un inmigrante que había sido devuelto del Reino Unido a Francia gracias al reciente acuerdo bilateral de repatriación recíproca ha regresado por sus propios medios a bordo de un bote hasta las costas británicas, alegando escapar de una situación de esclavitud.
El diario británico The Guardian recoge este miércoles el testimonio de este inmigrante -del que no precisa su nombre, edad o nacionalidad- que pone en evidencia el acuerdo franco-británico de repatriación conocido como «one in, one out» (‘uno dentro, uno fuera’), presentado como una de las soluciones ante el auge de la inmigración ilegal en el Canal de la Mancha.
El caso de esta persona que retornó al Reino Unido por sus propios medios ha sido confirmado al diario por las autoridades británicas; en este momento se encuentra en un centro de detención de inmigrantes.
El hombre aseguró al rotativo que nunca habría regresado si se hubiera sentido seguro, pero insistió en que temía por su vida en Francia, donde en su primera llegada cayó en manos de una red de contrabandistas «muy peligrosos» que siempre iban armados con pistolas y cuchillos, quienes le obligaron a trabajar con amenazas y abusaron de él.
El acuerdo de repatriación recíproca, alcanzado en junio e implementado solo en septiembre, permite al Reino Unido deportar a Francia a un migrante que haya llegado de manera irregular a territorio británico a cambio de aceptar un solicitante de asilo proveniente del país galo que no hubiese intentado antes cruzar por el Canal de la Mancha.
Las cifras arrojadas del mismo, por el momento, son más bien modestas: hasta el domingo 19 de octubre, 42 personas habían sido devueltas a Francia, frente a 23 devueltos al Reino Unido, según cifras del Home Office (ministerio del Interior británico).
En ambos países, la cuestión de la inmigración se ha convertido en uno de los grandes debates políticos, ha dado alas a la extrema derecha y ha obligado a los demás partidos, incluidos los progresistas, a endurecer sus discursos contra la llegada de extranjeros. EFE
fjo/rb/rf