
Zelenski es acusado de autoritarismo tras las redadas a la agencia anticorrupción
Marcel Gascón
Kiev, 22 jul (EFE).- Dos asuntos ajenos al frente han dominado la agenda informativa en los últimos días en Ucrania: la remodelación gubernamental ordenada por el presidente del país, Volodímir Zelenski, y una serie de acciones de la Fiscalía y los servicios secretos contra actores percibidos como incómodos para el poder que han eclipsado las rotaciones entre ministerios y le han valido al líder ucraniano acusaciones sin precedentes de autoritarismo.
Mientras Zelenski encargaba este lunes a sus diplomáticos y al nuevo ministro de Defensa, el exprimer ministro Denís Shmigal, que intensifiquen la actividad para reforzar las relaciones internacionales de Ucrania y la efectividad de la cooperación militar con sus socios, el servicio secreto ucraniano efectuaba decenas de redadas contra empleados de la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU).
El objetivo declarado de esta macrooperación en la que fueron detenidos dos altos funcionarios por supuesta colaboración con Rusia era acabar con la influencia enemiga dentro de esta agencia creada hace más de una década para limpiar el sistema y convencer a los socios occidentales de la seriedad de Kiev en el empeño.
Pero las redadas han sido interpretadas de una forma muy distinta por las voces más influyentes de la sociedad civil y los socios internacionales de Ucrania, que en un toque de atención muy poco habitual desde el comienzo de la guerra en 2022 han expresado su preocupación por las acciones del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
‘Reality show’ en Ucrania
«‘Reality show’ en Ucrania: ataque ruso con drones y misiles toda la noche. Por la mañana temprano: ataque de Bankova (sede de la oficina presidencial) contra la NABU. Supuestamente, el SBU está efectuando ‘una operación especial buscando a agentes rusos (…)», escribió en X sobre la jornada del lunes Daria Kaleniuk, del Centro contra la Corrupción.
Kaleniuk relaciona lo ocurrido con la NABU con el proceso a su compañero de ONG Vitali Shabunin, contra el que la Fiscalía y la Oficina Estatal de Investigaciones han actuado recientemente por supuestas violaciones de sus obligaciones como militar que el propio activista y decenas de oenegés ucranianas han denunciado como una maniobra para castigarle por sus críticas a la administración del presidente.
“Hemos venido advirtiéndolo: los ataques infundados a Vitali Shabunin eran sólo el comienzo. ¿El próximo paso? Intentos de desmantelar NABU y SAP (fiscalía especial anticorrupción), las únicas instituciones capaces de investigar al círculo inmediato de Zelenski por corrupción”, cerró Kaleniuk su mensaje.
El factor Trump
La supuesta traición a su discurso de regeneración democrática que le reprochan al líder ucraniano muchas oenegés tiene relación, según algunos observadores, con la evolución de la relación entre Zelenski y el presidente estadounidense, Donald Trump, que ha dejado de plantear la necesidad de que Ucrania cambie de presidente y se está mostrando más receptivo que nunca a los mensajes de Kiev.
“Zelenski se ha ganado cierta simpatía por parte de Trump, quien además ha demostrado que valora más a los líderes fuertes y que no está interesado en cuestiones que encabezaban la agenda exterior de los demócratas como la regeneración democrática de sus socios”, dice a EFE un veterano diplomático europeo que ha estado destinado en Ucrania.
Con la administración del presidente Joe Biden, instituciones como NABU y oenegés como la de Kaleniuk y Shabunin -que declara en su página web a EE.UU. como su principal fuente de financiación- contaban con Washington como paraguas de protección ante cualquier tentación del poder en Kiev de quitarles influencia o tomar represalias contra ellas.
La Casa Blanca de Trump ha eliminado muchos de los programas de los que se beneficiaban los programas anticorrupción y pro-Estado de Derecho en países como Ucrania, y no parece por la labor de alzar la voz por la calidad de la democracia a miles de kilómetros de EE.UU.
Condena del G7
Las embajadas de EE.UU. y de los países europeos que más han apoyado a Ucrania no se han pronunciado hasta ahora de forma directa sobre las redadas a la NABU.
Sí se ha referido a los hechos la embajadora de la UE en Kiev, Katarina Mathernova.
“Ahora es más importante que nunca preservar los logros en las reformas para mantener el apoyo necesario para prevalecer sobre el enemigo”, ha escrito Mathernova en X al compartir el mensaje publicado por la cuenta conjunta que los embajadores del G7 utilizan para seguir el proceso de reformas de Ucrania.
“El G7 está siguiendo de cerca lo ocurrido hoy (por el lunes) en la NABU”, se lee en la cuenta de las representaciones diplomáticas en Ucrania de las siete naciones más industrializadas del mundo. “Nos hemos reunido hoy (el lunes) con la NABU, estamos seriamente preocupados y tenemos la intención de hablar de estos hechos con líderes del Gobierno”, añade el mensaje de los embajadores. EFE
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