
‘Bicéfalos, poesía de dos océanos’, un libro que irradia sensibilidad de dos ecuatorianos
Quito, 2 ago (EFE).- La sensibilidad de los poetas ecuatorianos Mariposa del Castillo y Gabriel Cisneros se entrelaza en las páginas de ‘Bicéfalos, poesía de dos océanos’, un libro en el que exploran su identidad, tienden puentes entre culturas y desahogan su nostalgia por la patria.
El nombre del libro hace alusión a que se trata de las obras de «dos poetas, dos cabezas, dos poesías», dijo a EFE Del Castillo, quien vive desde hace más de veinte años en Francia, adonde retornó este sábado tras presentar la obra en Quito.
Artista plástica y poeta, con maestría en Artes Plásticas y Estética en La Sorbona, de París, Del Castillo -que ha escrito tres libros de poesía en español, dos en francés y uno de relatos- comentó que sus poemas recopilados en el nuevo libro giran en torno a la distancia, su vida, su madre y Ecuador.
En el libro de 158 páginas y que comenzó a gestarse hace dos años, Del Castillo publicó el poema ’10 de agosto, día de la patria’, en referencia a la fecha que marcó el inicio del proceso de independencia de Ecuador en 1809.
En ese poema, Del Castillo habla desde París de una «patria lejana», pequeña, «que no sabe de dónde viene ni para dónde va», de un patria hermosa, de montaña y agua salada, de calles empinadas, playas de sueño, tortugas y arañas, de una patria «amada».
Pero también señala: «Mi patria es mi cuerpo, voluptuoso, inseguro, mestizo».
Del Castillo, cuya obra se encuentra en varias antologías de Ecuador y Francia, detalló que su más reciente publicación tiene unos veinte poemas de su autoría y similar número de Cisneros, quien tiene 18 libros publicados y ha sido editor de más de cien libros.
En el prólogo del libro, el novelista, cuentista, poeta, ensayista y exministro de Cultura de Ecuador, Raúl Pérez Torres, señala que se trata de «un camino construido con el milagroso desarreglo de todos los sentidos, esas piedras puntiagudas que nos llevan a la videncia, al culto permanente y dramático de la vida interior…».
«Treinta años de amistad poética nos permiten escuchar el tañido parecido y diferente de un lenguaje triste, rebelde, contestatario que suena y estalla para gritar el desparpajo de esta época depresiva de mascaradas y mezquindades».
Señaló que se trata de un libro «de dos poetas fraternos que, como el sol y la luna, el día y la noche, la vida y la muerte, son, para nosotros, íntimos y diversos». EFE
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