
Ana Tijoux y Molotov encienden el fuego latino en Las Noches del Botánico
Madrid, 29 jun (EFE).- La veterana rapera chilena Ana Tijoux y el icónico cuarteto rap-metal méxicano Molotov han sido protagonistas este sábado en el festival Noches del Botánico, que tiene lugar a lo largo de este verano en el Jardín Botánico de la Universidad Complutense de Madrid.
Los artistas han ofrecido al público unos conciertos marcados por una atmósfera única y por unas fusiones originales del rap con géneros como el funk y el heavy metal.
La noche comenzó con la actuación de Ana Tijoux, conocida por su pasado como MC del grupo hip-hop chileno Makiza y por su aclamado álbum en solitario «1977». La rapera inició su set con «Millonaria» (2024), uno de sus temas más recientes, preparando el terreno para una conexión íntima con el público.
A pesar de que la ola de calor en la capital española influyó, probablemente, en una menor afluencia inicial, quienes estuvieron presentes no tardaron en dejarse llevar por los icónicos ritmos de jazz y funk que Tijoux fusiona con el hip-hop. Entre las canciones que resonaron en vivo, destacaron los éxitos «1977» (canción homónima de su célebre álbum) y «Somos Sur».
Esta última, junto a otros temas como «Antipatriarca», encapsuló la esencia rebelde y activista de la cantante. Hija de la socióloga María Emilia Tijoux y Roberto Merino Jorquera, ambos chilenos y exiliados por la dictadura miltiar de Augusto Pinochet, Ana Tijoux lleva el activismo en la sangre. Otro ejemplo concreto de su compromiso social durante el concierto fue la dedicación de la canción «Sacar La Voz» a las víctimas del actual conflicto en Gaza.
Después de su performance cargada de letras reflexivas y melodías envolventes, el ambiente cambió con la llegada de Molotov. La banda mexicana, celebrando su trigésimo aniversario, abrumó a la audiencia con un auténtico espectáculo de rock y metal. El público, que creció considerablemente quizás también gracias a la bajada de las temperaturas, se entregó por completo a la energía única del cuarteto.
La banda ofreció al público temas como «Pendejo», «Gimme Tha Power» y «Marciano» y la audiencia llegó incluso a formar un pogo en el recinto, acompañado por banderas mexicanas y voces que cantaban al unísono los coros. El concierto de Molotov terminó con un episodio inolvidable, en el que la banda hizo subir al escenario un grupo de participantes para despedirse al ritmo de «Rastamandita».
En esta fecha de Las Noches del Botánico, la transición entre la conciencia lírica de Ana Tijoux y la furia sonora de Molotov ofreció una experiencia inolvidable a todos los 4000 presentes y fue un testimonio de cómo la música puede unir géneros, culturas y mensajes, creando una atmósfera vibrante y memorable bajo el cielo de Madrid.
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