
Asociación francesa responsable de menores expulsados de un avión denuncia a Vueling
París, 24 jul (EFE).- La asociación francesa de confesión judía Club Kineret, responsable de los 44 menores y los 8 monitores que fueron desembarcados de un avión de Vueling en el aeropuerto de Valencia por «comportamiento conflictivo», anunció hoy que presentó una denuncia contra la compañía alegando «brutalidad injustificada».
«Condenamos con la máxima firmeza esta medida injustificable, degradante y potencialmente ilegal», indicó este jueves en un comunicado publicado en las redes el abogado de Club Kineret, sobre la expulsión del vuelo en el que habían embarcado.
La asociación denunció que «por lo visto» fue el uso de «algunas palabras en hebreo», unido al porte de la kipa y la estrella de David lo que provocó «una medida de extrema gravedad (…) humillante y discriminatoria».
Club Kineret también criticó «la brutalidad» de las fuerzas de seguridad españolas durante el desembarco y adelantó que, paralelamente a la denuncia contra Vueling y «contra toda autoridad implicada» en el desembarco, alertará a las asociaciones de protección a los niños y de lucha contra el antisemitismo.
«Esto no se trata solo de un acto discriminatorio: es una señal profundamente inquietante en dirección de todos los pasajeros judíos en Europa».
Vueling, sin embargo, ha asegurado que los menores, cuyo vuelo tenía como destino el aeropuerto de París-Orly, tuvieron un «comportamiento conflictivo» que ponía «en riesgo el desarrollo seguro del vuelo», según ha informado la aerolínea y han confirmado a EFE fuentes de la Guardia Civil.
Fuentes de ese cuerpo han rechazado la motivación religiosa en lo sucedido y han explicado a EFE que el grupo de menores, que viajaba acompañado de monitores, estaba montando tal «alboroto», que el piloto del avión, alertado por un ruido cuyo motivo desconocía, salió de la cabina a ver qué sucedía.
Ante esta situación, el comandante del vuelo de la compañía Vueling dio aviso a Coordinación del Aeropuerto de Manises e informó de que denegaba el embarque a esos 52 pasajeros, 44 de ellos menores y 8 mayores que hacían de monitores, todos de nacionalidad francesa.
El comandante informó de que el grupo mostraba una «actitud altamente disruptiva», manipulando de forma reiterada el material de emergencia e interrumpiendo activamente la demostración de seguridad realizada por la tripulación de cabina, según las fuentes consultadas por EFE.
Tras varios intentos de intervención por parte de los miembros de la tripulación y también del copiloto, los pasajeros se negaron a cesar en su conducta.
Ante el riesgo que suponía ese comportamiento para la seguridad de la nave, el comandante solicitó la intervención de la Guardia Civil para desembarcar al grupo de pasajeros citados.
Cuando los agentes se personaron en el avión observaron a varios monitores discutir acaloradamente con la tripulación y posteriormente mostraron una actitud agresiva contra los agentes.
La responsable de los monitores llegó incluso a empujar y arremeter contra uno de ellos, por lo que fue reducida y esposada.
A raíz de estos acontecimientos se instruyeron diligencias por un delito contra el orden público de resistencia y desobediencia a agente de la autoridad que se remitieron a la autoridad judicial, así como una denuncia por alteración de la seguridad aérea.
Veintitrés de los menores y dos monitores fueron reubicados en un vuelo de otra compañía y el resto pernoctó en un hotel. A las 13:50 horas han salido los seis últimos integrantes del grupo. EFE
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