La Hunan rural: año 1 desde la erradicación de la pobreza extrema en China

Guillermo Benavides

Changsha (China), 12 ago (EFE).- China declaró hace un año que había conseguido erradicar la pobreza extrema en todo país, siendo las zonas agrícolas y montañosas las principales beneficiadas y así lo quiere demostrar el pueblo de Dingsheng, en la provincia de Hunan (centro).

Esta pequeña aldea de 223 campesinos busca ser un ejemplo de los proyectos de revitalización rural, con los que, siguiendo una hoja de ruta tras una renovación básica, el pueblo llevó a cabo activamente proyectos para mejorar el saneamiento, la organización y la cobertura ecológica.

Li Guocheng, un agricultor del lugar, enumeraba los cambios positivos que a su entender había experimentado el pueblo, a pesar de escapársele que no residía en el mismo, prerrogativa que le correspondía a su hijo.

No obstante, la virtud de poder expresarse en mandarín estándar le otorgó el privilegio de ser el elegido para manifestar claramente su agradecimiento a las autoridades locales, algo que los otros dos campesinos que trabajan el lugar no podían hacer por la falta de intérpretes del dialecto de la zona.

“Empezamos a rehabilitar la zona el año pasado”, afirmaba a la par que destacaba la venta sin intermediarios de los productos cosechados en las huertas individuales y que pueden llegar al consumidor a través de códigos QR.

APRENDER DE LOS ERRORES

En Changsha, la capital provincial, se halla una de las cuatro grandes escuelas imperiales de China, la Academia Yuelu, cuyo lema se convirtió en un elemento clave en la ideología del gobernante Partido Comunista de China, y en la última década, de las políticas de revitalización rural: Buscar la verdad a partir de los hechos.

Es por eso por lo que los diferentes funcionarios locales de Hunan consideran que aún tienen trabajo por hacer y que tras ayudar según las cifras oficiales a más de 18.000 pueblos, ahora tienen que realizar una asistencia específica los próximos cinco años para reforzar las medidas que permitieron estos logros.

Para ello, una de las herramientas utilizadas es un sistema de puntuaciones según el cual aquellas aldeas que cumplimentan una serie de ordenanzas se ven beneficiadas con subsidios, ayudas para vender sus productos o microcréditos, a diferencia de aquellas que “pierden apoyo” por situaciones como “no tener las calles limpias”, como afirmaron varias veces funcionarios locales.

I+D A NIVEL RURAL

Hunan es la cuna del arroz híbrido, que han exportado a 20 países, con el cual ponen de frente la importancia que tiene para ellos la investigación y la tecnología en los cultivos.

Por eso en el área de demostración de cultivos de alto estándar del poblado de Longwangmiao, de unas 20 hectáreas del total de 2,41 millones que hay en la región, en las cuales el 80 % de la producción está mecanizada según datos de las autoridades locales, se hizo especial hincapié en los beneficios que han traído los avances tecnológicos.

Pesticidas biológicos, cruces entre semillas de arroz que las hacen más fuertes a contratiempos externos, canalizaciones inteligentes que permiten “riego en sequía y drenaje en inundaciones” y trampas de última generación para atraer hasta los culos de botella a los insectos que pueden malograr las cosechas.

Sin embargo, el arroz no centra todos los esfuerzos de desarrollo, ya que siguiendo el eslogan de “Un condado, una especialidad”, otros productos han florecido en los últimos años, como diferentes tipos de pimientos en una región conocida como la que “tiene miedo a que la comida no sea picante”.

Aparte de lograr que estos chiles sean más picantes para propósitos de investigación, han conseguido pasar de una producción de 15 toneladas por hectárea a 26 toneladas en apenas un lustro en base a elegir cinco o seis semillas por año de 600 opciones.

“En los últimos dos o tres años muchos de los campesinos han podido comprar viviendas en las ciudades”, destacaba a EFE Zeng Caiqiang, funcionario del partido, como muestra del éxito en el desarrollo de la investigación pimentera.

TURISMO RURAL Y DE LECTURA

Pero por el afán de diversificar la economía, también buscan impulsar la “belleza rural” a través de un turismo agrícola que ha atraído 2,5 millones de visitantes a la región.

En el pueblo de Qingxi, lugar de nacimiento del escritor chino Zhou Libo, autor de “Grandes cambios en las aldeas de montañas”, las políticas de revitalización del área rural tienen un objetivo muy claro.

Usando al novelista como reclamo, las autoridades a cargo quieren fomentar la lectura en una aldea en la que destacaban más las antiguas viviendas reconvertidas en librerías, con la última edición del manual para la buena gobernanza de Xi Jinping presidiendo las entradas, que los residentes locales recolectando las flores de loto que dominaban el lugar.

“La conexión con el exterior ayudó a aumentar las visitas”, comentaba sobre las infraestructuras construidas recientemente el padre del dueño de un hotel en el que los clientes, en su mayoría ancianos en una escapada de fin de semana, se resguardaban del calor veraniego en vez de disfrutar de una calle peatonal principal tan nueva como artificial.

Unas aldeas de turismo rural que buscan aprovecharse del aumento en los ingresos de estos campesinos, que de media ganaban en 2013 alrededor de 1.600 yuanes al año (238 dólares, 230 euros) y en 2021 alcanzaron los 20.000 yuanes (2.968 dólares, 2.874 euros). EFE

(vídeo)

gbm/aa/rml

© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.