
Cinco mineros mueren tras un derrumbe en un yacimiento de oro al suroeste de Bolivia
La Paz, 2 ago (EFE).- Cinco mineros perdieron la vida como consecuencia de un derrumbe ocurrido en uno de los yacimientos más grandes de la región andina de Potosí, al suroeste de Bolivia, confirmó la Policía que hasta este sábado solo identificó a dos de los fallecidos.
El suceso ocurrió en la víspera en la mina Amayapampa, en el municipio de Chayanta, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Potosí, según el reporte policial.
«Cinco personas, mayores de edad, fueron encontrados dentro de la mina, la presunta causa de la muerte es asfixia por aplastamiento, asumimos que el cerró cedió en alguna porción y los aplastó», informó a los medios locales el comandante de la Policía de Potosí, Fernando Benítez.
Los cinco mineros no trabajaban en el yacimiento de Amayapampa, pero sí tenían la autorización para buscar oro, dentro de una tradición llamada ‘Paqoma’, en la que se permiten estas actividades entre el 31 de julio y el 1 de agosto de cada año, según la investigación preliminar.
Benítez explicó que tres de los fallecidos fueron trasladados a la morgue de una población cercana y los otros dos fueron retirados del lugar del accidente por sus familiares.
En marzo otros cinco mineros murieron y dos resultaron heridos tras un derrumbe en un yacimiento en una localidad del departamento de La Paz.
Amayapampa es el yacimiento más grande de la región de Potosí y en él la Corporación Minera de Bolivia explota oro a cielo abierto.
En Bolivia el trabajo minero se divide entre el sector administrado por el Estado, conformado por sindicatos de obreros, el empresarial privado y el cooperativist,a compuesto por asociaciones autónomas de afiliados sin una dependencia patronal dedicados a la explotación de minerales.
Por lo general, las cooperativas mineras desarrollan su actividad en yacimientos marginales con condiciones laborales mínimas, por lo que sus trabajadores están expuestos a estos accidentes.
La siniestralidad en minas de Bolivia suele producirse por inhalación de gases tóxicos, en algunos casos por derrumbes y en menor medida por explosiones. EFE
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