Críticos rusos arremeten contra la bailarina María Shuválova, hija de un allegado a Putin
Moscú, 2 abr (EFE).- Сríticos rusos arremetieron duramente contra la bailarina María Shuválova, hija del exviceprimer ministro ruso y empresario cercano al Kremlin Ígor Shuvalov, por su desastrosa interpretación del papel protagonista en una reciente puesta en escena del teatro Bolshói, la meca del ballet clásico ruso.
«Para mí algo así es una devaluación del arte (…), lo que es una desgracia», afirmó la crítica Anastasía Meniáilova en su canal de Telegram ‘Hola, esto es ballet’, al comentar la reciente puesta de ‘Aniuta’, basado en un relato de Antón Chéjov.
La especialista señaló que la elección del bailarín para un papel de primer orden, sobre todo si ha sido interpretado por estrellas de la magnitud de Yekaterina Maxímova, «debe hacerse exclusivamente en función de sus aptitudes profesionales».
«Quisiera añadir: especialmente en el escenario del Bolshói, el principal teatro del país», indicó, al señalar que humanamente se alegra por Shuválova, pero «hay que distinguir entre las ambiciones personales y sus capacidades propias. Valorar y respetar al público».
A su vez, la maestra de ballet clásico Anna Ruskij escribió en su blog que la interpretación de Shuválova le produjo un «shock».
«Tras ocho años en el teatro (…) se puede y se debe bailar mejor, con mayor profesionalidad», afirmó, al señalar que esta interpretación careció «de técnica, de carisma».
No conforme con ello, dijo que el baile de Shuválova fue «horrible».
«Por momentos torpe, por momentos vulgar, por momentos fuera de tiempo y casi a todo lo largo de la obra movimientos inconclusos. Hay que saber moverse en escena», criticó, al señalar que le parecía estar viendo a una aprendiz que todo el tiempo trataba de mantenerse en puntas de pie y «no siempre lo lograba».
Shuválova se graduó en 2017 en la Academia Estatal de Coreografía de Moscú e ingresó inmediatamente en la compañía de danza del Bolshói, donde hasta marzo pasado solo interpretaba papeles secundarios.
Su padre es considerado uno de los funcionarios más allegados al presidente de Rusia, Vladímir Putin, hasta el punto de ser llamado por algunos ‘el mariscal de las victorias putinistas’ por el celo con el que cumple los encargos del líder ruso.
Durante diez años (2008-2018) ejerció el cargo de viceprimer ministro, labor que compartió con el cargo de asesor del presidente y subdirector de la Administración Presidencial de Rusia.
Actualmente es el jefe de la corporación estatal de desarrollo VEB.RF, encargada de financiar los principales proyectos sociales y económicos del país.EFE
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