Viola Amherd, presidenta de Suiza en 2024
Se mueve con confianza en las estructuras de poder, mayoritariamente masculinas en Suiza. La vanidad le es ajena. Viola Amherd, la primera mujer ministra de Defensa de Suiza, se convierte en presidenta de la Confederación Helvética.
Cuando entró en el Gobierno de Suiza, aceptó lo que le dejaron: el Ministerio de Defensa.
“Bueno, así son las cosas ahora, así que eso es lo que haré”. Así reflejó Viola Amherd el momento en un retrato de 2020 que le realizó la televisión suiza.
Pudo irse, se quedó
El Ministerio de Defensa siempre ha sido considerado un barco difícil de gobernar entre las diversas carteras del Gobierno suizo.
Ahora tiene una capitana. Y una que gusta de hacer preguntas críticas. Los mandos primero tuvieron que acostumbrarse. Muchos pensaron que Amherd podría haber sido trasladada a otro ministerio. Pero se quedó.
¿Cómo funciona el ejército? “De abajo a arriba, hay un filtrado en cada nivel hasta que sólo hay buenas noticias en la cima”. Así lo afirma el senador Pirmin Schwander, coronel del Estado Mayor y miembro de la Unión Democrática del Centro (UDC, partido conservador de derecha). Conseguir la información adecuada para dirigir este departamento es casi imposible.
Sin embargo, Amherd lo ha conseguido. Sin ninguna experiencia en el servicio militar, se hizo con el bastión masculino. “Sin olor a alguna escuadra determinada, eso era una ventaja”, dice Schwander, que ha acompañado al departamento de defensa como político financiero durante años. Ella miró más de cerca que otras personas, considera.
Priska Seiler Graf, política de seguridad del Partido Socialista, también reconoce sus dotes de liderazgo: “Se ha hecho un hueco en el Ministerio de Defensa, lo que no es fácil”.
¿Quién es Viola Amherd?
En el gimnasio del pequeño pueblo de Mitholz, en la parte montañosa del cantón de Berna se desarrolla una escena reveladora. Una cumbre se eleva sobre el pueblo, donde el ejército suizo lleva décadas deshaciéndose de municiones: 3.500 toneladas.
Es febrero de 2020, una tarde fría. Viola Amherd tiene que decir a los habitantes que 170 de ellos tendrán que abandonar sus casas durante mucho tiempo. Es una catástrofe. El Estado los desahucia. Corren las lágrimas.
Nuestro reportaje al respecto en Mitholz en 2020Enlace externo
Amherd da la noticia en persona en una sala donde se percibe el resentimiento colectivo. Después se entrega la información, la parte oficial ha terminado, es tarde, y la limusina de Amherd espera fuera. Pero ella no busca la salida. Se queda.
Un gesto de empatía.
Viola Amherd nace en 1962 en Brig, en el Valais, en el seno de una familia católica. Su padre dirige ambiciosamente su tienda de electrodomésticos, que se expande rápidamente por los valles circundantes y de repente da empleo a más de cien personas. El matrimonio de los padres se resiente.
“Como mujer, tienes que luchar por ti misma”.
Cuando la joven Viola se gradúa en latín en el colegio Spiritus Sanctus de Brig, sus padres se divorcian. Esto no encajaba con el estilo de vida del Valais de la época.
Su madre le dice a su hija que siga siendo independiente y autosuficiente. “Como mujer, tienes que luchar por ti misma”, dice su madre.
“Los montañeses tenemos la montaña en la cabeza”, dice hoy Viola Amherd.
En el vídeo: El pueblo de Brig celebra su presidenta
De adolescente, en Brig, Amherd conoció a la que más tarde se convertiría en su mentora: Brigitte Hauser-Süess, ocho años mayor que ella, que se trasladó a Valais para casarse. Enseña taquigrafía y mecanografía en la secundaria de Brig.
Amherd aprende de ella. Escribe una tesis sobre la anarquía y más tarde estudia Derecho en Friburgo. Hauser-Süess, por su parte, pronto se dedica a la política en Berna. Se convierte en una firme defensora de la mujer, la más exitosa de Suiza.
Ingreso a la política
En 1999, Brigitte Hauser-Süess consiguió que Ruth Metzler, de su partido, accediera a uno de los siete puestos del Ejecutivo colegiado helvético.
Ya antes, en 1992, Hauser-Süess había introducido a Viola Amherd en la política local. “No puedes quejarte de la falta de oportunidades para las mujeres, pero luego decir que no si te aparece una oportunidad”.
Así convenció la mentora a Viola Amherd, jurista de 29 años, para que se presentara como candidata al Gobierno de su ciudad.
Además de su despacho, Amherd también trabajó como abogada y notaria en los años noventa. Vive en la misma casa que su hermana, 14 años mayor que ella, y su hija. Siempre que se le pregunta, se describe como soltera, “Así es. Soy libre”, declaró una vez al periódico local “Blick”.
En 1993, una inundación devasta el centro de Brig. La concejala Amherd demuestra ser una eficaz gestora de crisis.
Un combativo equipo de mujeres
Durante estos años, su mentora Brigitte Hauser-Süess lucha por el derecho al aborto, incluso en el Valais, profundamente católico. La oposición no tarda en tacharla de “asesina de bebés”. Brigitte presenta una demanda por difamación. Su amiga Viola es su abogada. Llegan hasta el Tribunal Federal, donde gana este combativo equipo de mujeres.
Amherd se da a conocer en el Valais, se convierte en alcaldesa, racionaliza el Ejecutivo y después consigue un escaño en el Parlamento de Berna, en 2005.
Tras llegar al ámbito político nacional, pide que Suiza incluya en la Constitución la protección de los niños y los jóvenes. Otras iniciativas también pretenden ofrecer más protección a la infancia en ámbitos como la custodia, la prostitución infantil y la protección de los menores en los medios de comunicación.
Uno de los motivos: Como abogada especializada en divorcios, Amherd ha representado a mujeres y ha conocido historias familiares. En 2009, también reclamó más plazas de asistencia para personas con demencia en Suiza. Esto tiene un trasfondo trágico: junto con su hermana, se dedica a cuidar de su madre, que padece de esa enfermedad.
También está comprometida con las preocupaciones de su cantón y de las regiones montañosas.
El diputado de El Centro, Martin Candinas, compañero de partido, se sentó junto a ella en el Parlamento de Berna durante un tiempo.
¿Cuál es el punto fuerte de Amherd?
“Siempre tiene visión de conjunto e instinto para lo que es posible”, dice hoy Candinas.
Hasta llegar al Gobierno
Viola Amherd es elegida miembro del Consejo Federal en 2018. También fue una victoria para Brigitte Hauser-Süess, que preside el ala femenina de El Centro. Hace tiempo que entiende la mecánica de Berna y la toca con virtuosismo.
Hauser-Süess, la promotora femenina del Valais, no solo ha hecho Consejera Federal a Ruth Metzler. También ha servido a otras dos consejeras federales ahora, en 2018: Eveline Widmer Schlumpf y Doris Leuthard. Después invertirá casi un año en llevar al Gobierno suizo a Viola Amherd.
Hauser-Süess explicó más tarde lo duro que fue este trabajo en un encuentro femenino en Coira: “Cuando Viola hablaba de camiones como Consejera Nacional, el periódico mostraba fotos de camiones. Cuando se trataba de teleféricos, mostraban teleféricos”. Con los hombres, no: “Siempre muestran al hombre”.
La profesional de la política Hauser-Süess acompañó a Amherd por todos los episodios con los medios de comunicación y ante los obstáculos del negocio político, hasta llegar al cargo.
Para su primer vuelo en un helicóptero del ejército, la consejera federal elige cuidadosamente a su tripulación: tres mujeres la llevan al Wolrd Economic Forum de Davos.
Quiere aumentar la proporción de mujeres en el ejército y, como ministra de Deportes también, lucha por que haya más mujeres en puestos directivos de organizaciones deportivas.
“Hasta que se consiga la igualdad”
Preguntada por la promoción de las mujeres, la consejera federal declaró al la radio y televisión suiza SRF: “Si las cualificaciones son iguales, entonces daré preferencia a las mujeres para todos y cada uno de los puestos hasta que hayamos conseguido la igualdad.” Viola Amherd nombra a Brigitte Hauser-Süess como su asesora personal.
En el día a día, se gana rápidamente el respeto de los cuadros del ejército con su curiosidad y su precisión de notaria. Se gana al Parlamento con su conocimiento de los expedientes y su pragmatismo.
Mientras tanto, integra perfectamente la tarea principal de su departamento en su conjunto de valores: para ella, es un pequeño paso proteger a las familias y proteger a la población.
Popular, no distante
En 2020, fue capaz de convencer al electorado suizo de que aprobara 6.000 millones de euros para un nuevo avión de combate, en un momento en que la guerra convencional en Europa es apenas concebible.
Es popular entre la gente y no parece ni vanidosa ni distante. No es carismática, pero siempre dice lo correcto y parece auténtica.
Los vientos en contra surgen cuando se anuncia la decisión sobre el tipo de caza presupuestado: Suiza va a comprar el F-35 al fabricante estadounidense Lockheed Martin. Georg Häsler, corresponsal de defensa del Neue Zürcher Zeitung, alaba el bajo precio que Suiza negoció.
“Sin embargo, sigue sin estar claro por qué siguió negociando con el proveedor francés durante tanto tiempo”, afirma Häsler. Al hacerlo, ha roto la vajilla en su relación con Francia.
Luego vino la invasión rusa de Ucrania. “Se dio cuenta muy pronto de que Suiza tenía que cooperar internacionalmente”, dice Häsler.
Una vez más, logró vender a la población suiza el valor de la política de seguridad.
Organizó 32.000 millones de francos para el ejército, un presupuesto récord. También se expuso, por ejemplo con la creación de una Secretaría de Estado para la Política de Seguridad. “Esto molestó a los enemigos de la OTAN y a los amigos de Rusia en Suiza”, afirma Häsler.
A finales de 2023, también fue criticada por sus decisiones en materia de personal. Ella lo soporta.
La presidencia de la Confederación es rotatoria durante un año, y el poder de este cargo es limitado. Amherd quiere aprovechar el tiempo para consolidar la integración internacional de Suiza. Las negociaciones con la UE están en el orden del día.
Año de despedida
Seguirá acompañada por Brigitte Hauser-Süess. Sin embargo, su mentora cumplirá 70 años en otoño de 2024, cuando -como es norma- deberá abandonar la Confederación.
Por tanto, su presidencia será también un año de despedidas para Viola Amherd.
Adaptación del alemán al español: Patricia Islas
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