
El BCE retrasa a 2026 la estabilidad de precios, tras elevar al 2,2 % la inflación en 2025
(Actualiza con más información del BCE)
Fráncfort (Alemania), 6 jun (EFE).- El Banco Central Europeo (BCE) ha elevado este jueves sus previsiones de inflación media para la eurozona al 2,5 % en 2024 y al 2,2 % en 2025, dos décimas más en ambos casos, con lo que vuelve a retrasar a 2026, con una inflación del 1,9 %, la consecución del objetivo de estabilidad de precios que guía la política de la entidad.
En el comunicado publicado hoy, el BCE advierte de que las presiones inflacionistas son todavía intensas y que las subidas salariales están siendo elevadas, con lo que es «probable que la inflación se mantenga por encima del objetivo (del 2 %) hasta bien entrado el próximo año».
La entidad espera que la inflación muestre cierta volatilidad durante el resto de 2024, debido a los efectos de base y al aumento de los precios de las materias primas energéticas; mientras que la inflación de los alimentos fluctuará en torno a sus niveles actuales antes de moderarse, aún más, a partir de finales de 2025.
Sin contar con la energía y los alimentos, la inflación subyacente será de media del 2,8 % en 2024, del 2,2 % en 2025 y del 2 % en 2026, con los que se mantendrá por encima de la tasa general, ya que su moderación será más lenta.
El BCE eleva al 0,9 % el crecimiento económico en 2024
El BCE ha mejorado tres décimas su previsión de crecimiento económico para 2024, hasta el 0,9 %, que se verá impulsado fundamentalmente por el aumento del consumo.
Sin embargo, ha empeorado una décima la de 2025, con un avance del PIB previsto del 1,4 % el próximo ejercicio; al tiempo que ha mantenido en el 1,6 % el crecimiento en 2026, respecto a las anteriores estimaciones de marzo.
El BCE destaca que la economía de la zona del euro se ha recuperado en el arranque de 2024 más de lo que se esperaba, gracias al impulso del comercio y al aumento del consumo de los hogares.
Además, espera que se mantenga el ritmo de crecimiento en el corto plazo ante la expectativa de que la renta disponible se incremente en un contexto de intenso crecimiento de los salarios, de mejora gradual de la confianza y de aumento del comercio.
A medio plazo, la entidad considera que irá desapareciendo el impacto negativo del endurecimiento de la política monetaria y que la actividad volverá a sustentarse progresivamente en unas mejores condiciones de financiación.
El crecimiento se beneficiará también de la evolución positiva del mercado laboral, del repunte esperado de la productividad y de una tasa de paro que se prevé que disminuya a niveles históricamente bajos más allá del horizonte de proyección. EFE
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