El lobby israelí de EEUU ve grietas partidistas

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su discurso ante el AIPAC en 2018 afp_tickers

Durante mucho tiempo la palabra poderoso ha definido el lobby proisraelí de Estados Unidos AIPAC, que durante décadas ha ayudado a asegurar en Washington el apoyo al Estado hebreo.

Pero un inusual problema partidista se observa ante la reunión anual del American Israel Public Affairs Committee: ningún candidato demócrata a las presidenciales ha confirmado su asistencia al acto que comienza este domingo.

Al acto acudirá el presidente de derechas de Israel, Benjamin Netanyahu, a pocas semanas de las elecciones en su país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que seguramente dará una calurosa bienvenida a Netanyahu, aprovechó la ausencia de demócratas en la reunión para criticarlos: «Son totalmente anti Israel. Francamente creo que son antijudíos».

Los demócratas han argumentado problemas de agenda, incluso algunos no dieron ninguna razón, pero un asesor del senador judío Bernie Sanders dijo que a sus compañeros les preocupa que AIPAC esté brindando una plataforma para «líderes que expresaron intolerancia y se oponen a una solución de dos estados».

Trump ha apoyado con fuerza la política de mano dura de Netanyahu con Irán y ha tomado decisiones tabú, como reconocer Jerusalén como la capital de Israel y, el pasado jueves, aceptar la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, que el Estado hebreo se anexionó en 1967.

Pero solo el 24% de los judíos estadounidenses aprueba las políticas de Trump, según una encuesta realizada por el Pew Research Center.

«El AIPAC está en una posición difícil porque se supone que es la voz de la comunidad proisraelí, pero en realidad la comunidad judía en general se opone al gobierno de Israel así como al gobierno de Estados Unidos», dijo Jeremy Ben-Ami, presidente del grupo liberal de defensa judío J Street.

– Lograr metas –

El AIPAC apenas ha perdido apoyos entre los demócratas. A pesar de que los precandidatos se mantendrán alejados, sus principales representantes en el Congreso hablarán en la reunión del lobby, incluidos la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer.

Los objetivos legislativos de AIPAC enfrentan un retroceso serio: Israel es el mayor receptor de ayuda de Estados Unidos. En 2018 Washington dio más de 3.000 millones de dólares para financiamiento militar.

«Creo que es un hecho establecido que en Capitol Hill hay un apoyo abrumador y bipartidista y que el apoyo es tan profundo en el Partido Demócrata como en el Partido Republicano», dijo Jason Isaacson, director de la oficina del American Jewish Committee en Washington.

«Creo que no es sorprendente que las personas en su visceral y apasionada resistencia al presidente de Estados Unidos lo asocien con el primer ministro de Israel y saquen la conclusión de que para oponerse al presidente debe oponerse a las personas que comparten preocupaciones estratégicas comunes», dijo.

Algunos analistas dicen que el apoyo incondicional de Trump a Netanyahu tiene más que ver con los cristianos evangélicos, un electorado leal.

Una encuesta reciente de Gallup reveló que el 76% de los republicanos de Estados Unidos simpatiza más con Israel que con los palestinos, mientras que entre los demócratas ese porcentaje es de 43%.

– La encrucijada del AIPAC –

Dina Badie, presidenta del programa de estudios internacionales en Center College en Kentucky, dijo que el AIPAC se encontraba en una «encrucijada» después de décadas de acercamiento con los dos partidos.

«El AIPAC no está cambiando. El AIPAC se ha mantenido consistente en términos de su enfoque del cabildeo, su agenda legislativa y el tipo de prioridades que tiene. Lo que ha cambiado son las circunstancias políticas y el entorno en el que opera», dijo.

Badie añadió que Netanyahu ha unido a los estadounidenses de tendencia izquierdista, incluidos los estadounidenses judíos, con su giro a la derecha, mientras que Estados Unidos se ha polarizado cada vez más.

«El AIPAC siempre ha tenido un enfoque de línea dura que ha sido compatible con la forma en que Netanyahu está tratando con los palestinos, pero debido a que Netanyahu se considera tóxico en los círculos progresistas, el hecho de que AIPAC esté de alguna manera alineado con el enfoque de Netanyahu se está volviendo menos aceptable para los demócratas», dijo Badie.

Aunque no busca ser partidario, el AIPAC podría tener menos influencia cuando los demócratas estén en el poder.

Entre los congresistas demócratas recién electos, la musulmana Ilhan Omar provocó indignación incluso en sus filas cuando el mes pasado sugirió que los partidarios de Israel muestran «lealtad a un país extranjero».

La congresista se disculpó por el comentario, considerado por la mayoría como antisemita, pero los republicanos lo han citado como una prueba de intolerancia.

Ben-Ami estimó que las expresiones de Omar estaban fuera de lugar. El pistolero que mató a tiros a 11 personas el año pasado en una sinagoga de Pittsburgh estaba enfurecido por el apoyo de los judíos a los refugiados.

«La verdadera forma amenazadora de antisemitismo no proviene de la izquierda sino de la derecha. No está solo aquí, está en todo el mundo, y es de los autócratas y etnonacionalistas que no solo Trump sino Netanyahu están abrazando», dijo.