
Expectación en Turquía por posible primer gesto desarme del PKK tras anuncio de disolución
Ankara, 11 jul (EFE).- Turquía sigue con una enorme expectación lo que podría ser un momento decisivo en su historia reciente: la destrucción simbólica de armas por parte del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, donde tiene su retaguardia.
Aunque el acto, que podría abrir el proceso de desarme, no ha sido confirmado oficialmente por el grupo armado, medios turcos como CNNTürk y NTV informan desde el terreno sobre la llegada de delegaciones y preparativos en la zona del lago Dukan.
Según estas fuentes, entre 30 y 40 miembros del PKK participarían en una ceremonia de desarme simbólico, que incluiría la destrucción de armas.
Un convoy con una delegación del partido prokurdo DEM -tercera fuerza del Parlamento turco- y más de un centenar de personas desplazadas desde Turquía está en el lugar, cuya ubicación exacta no ha sido revelada por motivos de seguridad.
De hecho, NTV indica que a última hora se decidió cambiar el lugar de la ceremonia por motivos de seguridad.
El PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, anunció en mayo su disolución tras una carta de su líder encarcelado, Abdullah Öcalan, en la que llamaba al fin de la lucha armada iniciada en 1984.
El Gobierno turco, por su parte, ha evitado confirmar públicamente los detalles del proceso.
El portavoz del partido gobernante AKP, Ömer Çelik, ha señalado que el desarme debería completarse en un plazo de tres a cinco meses, y ha anunciado que el presidente Recep Tayyip Erdogan ofrecerá este sábado un discurso que ha calificado de «histórico».
La ceremonia tendrá lugar cerca de Suleimaniya, la segunda urbe de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí, a un centenar de kilómetros al sur de los montes Qandil, donde el PKK tiene su retaguardia.
Su fuerza política dominante, el PUK, mantiene una relación más cordial con la guerrilla que el Gobierno autónomo, con sede en Erbil, aliado de Ankara.
Respecto a la posible reintegración de los guerrilleros actualmente acuartelados en las montañas del norte de Irak, donde el PKK tiene su retaguardia, Çelik aseguró que «se diferenciará entre los que tienen delitos y los que no».
«Las Fuerzas Armadas turcas (que patrullan una franja en el norte de Irak) emiten anuncios para que (los milicianos) se entreguen; si alguien se entrega y no se encuentra nada contra él, no pasa nada. Si se encuentra algo, hay distintos procedimientos», dijo el político.
La guerrilla, por su parte, había inicialmente invocado como única condición la puesta en libertad de su fundador, Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía desde 1999, quien en febrero de este año relanzó el proceso de paz con una carta pidiendo la disolución de la milicia que fundara en 1984.
Sin embargo, en un mensaje en vídeo hecho público esta semana, Öcalan matizó que su hipotética puesta en libertad «no es una cuestión individual» sino ligada a la libertad de la sociedad. EFE
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