
Francia insiste en que el nuevo poder en Siria debe descartar extremismo y terrorismo
París, 9 dic (EFE).- Francia insiste en que el nuevo poder que ha tomado el control en Siria debe descartar el extremismo y el terrorismo y propiciar una transición en la que participen todas las minorías del país y en la que se respeten los derechos de las mujeres.
«Esta transición no debe dejar ningún espacio al extremismo ni al terrorismo», subrayó este lunes el ministro francés de Exteriores en funciones, Jean-Noël Barrot, en una entrevista a la emisora France Info.
Barrot señaló que la organización que está al frente del movimiento que ha provocado el derrocamiento del régimen de Bachar al Asad, el Organismo de Liberación del Levante (HTS), aunque ha roto con Al Qaeda «es un movimiento islamista».
«Las primeras señales muestran una voluntad de ese grupo de descartar exacciones» pero «somos muy prudentes», indicó el ministro, que poco antes había subrayado que serán «intransigentes» junto con sus aliados en la acción contra el terrorismo.
Afirmó que el HTS «tiene que demostrar su voluntad sincera de descartar el extremismo» y «sobre todo organizar una transición en la que participen todas las minorías», es decir los cristianos, los drusos y los kurdos.
Repitió que Francia trabajará «para que Siria no sea tomada como rehén por los grupos yihadistas».
Barrot, en cualquier caso, dijo que la caída del régimen de Asad «es un momento histórico».
«Cómo no alegrarse de la caída de uno de los peores dictadores de nuestra época», añadió, antes de puntualizar que ahora «la paz está por construir».
También subrayó que el fin del régimen de Asad «es un evidente fracaso para Moscú», que era su principal apoyo y que ahora podría perder las bases militares que tiene en territorio sirio, y que constituyen una plataforma importante para su capacidad de maniobra en el Mediterráneo.
Francia rompió las relaciones diplomáticas con Bachar el Asad en 2012 y ha nombrado a un enviado especial para Siria que, según el ministro, ha estado hablando con los diferentes grupos de oposición.
París ha mantenido una particular proximidad con los kurdos, que controlan una parte del territorio sirio, en el que mantienen detenidos a yihadistas franceses que formaron parte de el Estado Islámico, lo que constituye un reto de seguridad para Francia.
Barrot explicó que siguen «con atención» la situación de los varios cientos de franceses que hay en Francia, y que les prestan asistencia a través de la embajada de Rumanía en Damasco y a través de la embajada francesa en Líbano. EFE
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