
Gobiernos rivales de Libia acuerdan organizar elecciones, según la ONU

Los poderes rivales de Libia llegaron a un acuerdo para organizar elecciones, después de que no se aplicaran varios pactos para sacar al país del caos, indicó este jueves Naciones Unidas.
El último encuentro entre el jefe del Gobierno de Unión Nacional (GNA), Fayez Al Sarraj, y su rival, el mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país, se remonta a mayo de 2018 en París, donde ya se habló de organizar elecciones, pero sin que ninguna de las partes se comprometiera firmemente.
Los dos líderes concluyeron este acuerdo el miércoles en Abu Dabi bajo el auspicio de la ONU, indicó en un tuit en árabe la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (Manul).
«Las dos partes se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de poner fin al periodo de transición a través de elecciones generales pero también sobre las maneras de preservar la estabilidad de Libia y de unificar sus instituciones», declaró la Manul.
Sin embargo, la misión no informó sobre el calendario.
– ‘Consenso’ –
Tras la caída de Muamar Gadafi en 2011, Libia se hundió en el caos, devastada por las luchas de influencia entre numerosas milicias y decenas de tribus, componentes esenciales de la sociedad libia.
Actualmente, el país está dirigido por dos autoridades rivales: en Trípoli está la sede del GNA, dirigido por Fayez Al Sarraj y apoyado por la comunidad internacional, y en el este libio, un gabinete paralelo, apoyado por el Ejército Nacional de Libia (ENL), autoproclamado por Jalifa Haftar.
Se necesita un acuerdo interlibio sobre una constitución y la celebración de elecciones para dotar de estabilidad a las instituciones, instaurar la seguridad en el país y fomentar su debilitada economía.
El 18 de enero, el emisario de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, afirmó que esperaba poder convocar una Conferencia nacional en Libia «en las próximas semanas» para poner fin a la transición y trazar una hoja de ruta hacia las elecciones presidenciales y legislativas.
El proceso incluirá la posibilidad de un referéndum sobre un proyecto de Constitución, dijo. Cuando los principales actores lleguen a «un nuevo consenso sobre un calendario nacional para reconstruir un Estado civil libio unido, podremos fijar una fecha y un lugar», agregó.
«Trabajamos mucho para este acuerdo», reaccionó este jueves el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte. «Pero la situación en Libia obliga a esperar que todos los actores hayan dado su acuerdo. Seguimos este caso con atención, es nuestro dosier principal en materia de política exterior».
– Haftar extiende su influencia –
En noviembre, Italia, socio histórico y principal de Libia, intentó sin éxito un nuevo acercamiento entre Sarraj y Haftar durante una reunión en Palermo en presencia de países implicados en la cuestión libia. Pero el mariscal Haftar boicoteó el encuentro.
En este contexto, Libia se ha convertido en un terreno fértil para los traficantes, que organizan salidas hacia Europa para migrantes irregulares, la mayoría africanos, por enormes sumas de dinero en embarcaciones de fortuna. Muchos perecen en el intento. Italia, a 300 km de las costas libias, se ha convertido en el principal destino de esos migrantes.
En enero, el mariscal Haftar emprendió al conquista del sur del país, una extensa región desértica marginada durante mucho tiempo donde en la actualidad campan yihadistas y traficantes de toda condición.
Con el apoyo de las tribus locales, se apoderó, sin combates, de la ciudad de Sebha, capital de la región, así como de Al Sharara, uno de los más importantes campos petroleros del país, lo que conllevó que se suspendiera su producción.
Oficialmente, la operación busca, según el ENL, «purgar» la región «de los terroristas y criminales» y de los grupos rebeldes de Chad allí instalados.