Israel se encuentra indirectamente implicado en el conflicto en Nagorno Karabaj

Israel, gran proveedor de armas a Azerbaiyán, quedó indirectamente vinculado al conflicto de Nagorno Karabaj, al punto de comprometer las incipientes relaciones con Armenia. Y, aunque mantiene un perfil bajo, el Estado hebreo parece dispuesto a mantener sus nexos comerciales con Bakú.
El jueves 17 de septiembre de 2020 Armenia, país considerado cercano a Irán –enemigo declarado de Israel–, inauguró una embajada en Tel Aviv. Apenas dos semanas más tarde, Ereván llamó a su embajador.
Motivo argumentado: las ventas de armas israelíes a Azerbaiyán, en momentos en que Bakú y Ereván se enfrentan en Nagorno Karabaj.
Este retiro diplomático ocurrió tras informes de la prensa, apoyándose en datos del sitio de rastreo de vuelos FlightTracker 24, que señalaban el despegue de un avión cargo de la compañía azerbaiyana Silk Way desde el aeropuerto de Ramon, cerca de la base militar de Ovda (sur de Israel).
En 2016, el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, había afirmado que su país ya había comprado equipos de defensa a Israel por un monto de 4.850 millones de dólares (unos 4.100 millones de euros).
En 2019, Israel fue el octavo exportador de armas del mundo, y durante los últimos cinco años el principal proveedor a Azerbaiyán, por delante de Rusia, con ventas por más de 740 millones de dólares, según el Instituto internacional de investigación para la paz de Estocolmo (Sipri).
Azerbaiyán, que tiene fronteras con Irán, «es un país importante para nosotros», confirma Efraim Inbar, presidente del Instituto de estrategia y seguridad de Jerusalén (JISS).
«Siempre intentamos ser un buen proveedor, inclusive en momentos de tensión, por ejemplo, abastecimos a India durante la guerra en Kargil» con Pakistán, agrega.
– Petróleo contra armas –
Si bien debe «cumplir» con sus contratos, Israel, no obstante, «no está directamente implicado» en el conflicto en Karabaj, destaca.
Los vínculos entre el Estado hebreo y Azerbaiyán, país musulmán chiita, se remontan al desmembramiento de la URSS, a comienzos de la década de 1990. Ambos países han forjado relaciones diplomáticas y comerciales, en tanto Israel intentaba tender puentes con países musulmanes y con Azerbaiyán, en especial, para extender su red más allá de las de Moscú.
«Se trata de relaciones estratégicas: Israel importa una parte importante de su petróleo desde Azerbaiyán y exporta sus armas a ese país, uno de los principales clientes de la industria militar israelí», señala Gallia Lindenstrauss, analista del Instituto de estudios estratégicos de Tel Aviv (INSS).
De acuerdo a la prensa israelí, recientemente la empresa Elbit Systems vendió a Azerbaiyán drones armados.
Como consecuencia de esto, responsables armenios han acusado al enemigo azerbaiyano de perpetrar ataques contra sus posiciones utilizando drones israelíes.
En Jerusalén, en esta semana podían verse banderas armenias en las ventanas de las casas del barrio armenio de la Ciudad Vieja.
En una conversación telefónica con su homólogo Armen Sarkissian, el presidente israelí, Reuven Rivlin, manifestó su «tristeza» por la violencia en Nagorno Karabaj y se dijo «dispuesto a brindar ayuda humanitaria», de acuerdo a un comunicado de su oficina.
«Israel mantiene relaciones de larga data con Azerbaiyán», añadió, pero «esta cooperación bilateral no está orientada a ningún terreno en particular».
Turquía, aliado de Azerbaiyán, también es acusado por Armenia de proveer drones a Bakú.
No obstante, esto no hace a Israel y Turquía aliados. Desde el incidente del «Mavi Marmara», en 2010, cuando las fuerzas israelíes lanzaron un asalto mortífero contra un barco turco que transportaba ayuda humanitaria a Gaza, las relaciones entre ellos se han tensado. A esto se añaden disputas por recursos gasíferos en el mar Mediterráneo, Libia y el conflicto israelo-palestino.