
La creciente tensión geopolítica sobrevuela la cumbre de Exteriores del G20 en Sudáfrica
Pedro Alonso
Johannesburgo, 20 feb (EFE).- La creciente tensión geopolítica en el mundo sobrevoló este jueves la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G20 (países desarrollados y emergentes), que empezó en Johannesburgo (Sudáfrica) marcada por las diferencias ante desafíos como la guerra que lanzó Rusia contra Ucrania hace casi tres años.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, jefe de turno del G20, advirtió de que el aumento de la «tensión geopolítica» amenaza la «coexistencia global».
«Las tensiones geopolíticas y la creciente intolerancia, los conflictos y las guerras, el cambio climático, las pandemias y la inseguridad energética y alimentaria amenazan la ya frágil coexistencia mundial», afirmó Ramaphosa al inaugurar la primera reunión de ministros de Exteriores bajo la presidencia sudafricana.
«Estos desafíos están interconectados. Requieren respuestas inclusivas y bien coordinadas a través de diversos foros, como el G20», subrayó el mandatario en el Centro de Exposiciones de Nasrec.
Sin embargo, admitió que «existe una falta de consenso entre las principales potencias, incluido el G20, sobre cómo responder a estas cuestiones de importancia mundial».
«Las naciones del mundo -aseveró- esperan que el G20 les brinde liderazgo, inspiración y orientación sobre los problemas más urgentes que enfrenta nuestro mundo».
El presidente enfatizó que «los desafíos actuales sólo pueden resolverse mediante la colaboración».
Ramaphosa hizo hincapié en que «el conflicto entre Rusia y Ucrania (y) los conflictos que se están desencadenando en la parte oriental de la República Democrática del Congo, en Sudán, en el Sahel y en Gaza siguen exigiendo un gran esfuerzo humano y acentuando la inseguridad mundial».
«Como G20, debemos seguir abogando por soluciones diplomáticas a los conflictos», agregó el mandatario al abrir la reunión, que acaba este viernes.
Divisiones y reuniones bilaterales
Preguntado después en una rueda de prensa sobre si las divisiones ante crisis como las guerras en Ucrania y Gaza amenazan la unidad del G20, Ramaphosa respondió: «Sí, hay diferentes enfoques sobre esas dos cuestiones en particular y en distintos países».
«Pero al final, se tendrá que crear cierto grado de consenso», agregó el líder sudafricano.
Entre los asistentes destacaron los ministros de Exteriores de China, Wang Yi, y Rusia, Serguéi Lavrov; así como la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas.
Los titulares de Exteriores europeos que participan en la cumbre del G20 se reunieron con Kallas para concertar una posición común ante la guerra de Ucrania y defender una paz «justa y duradera».
El objetivo de los europeos, aseguraron fuentes diplomáticas, es hablar con una sola voz a favor del multilateralismo y el derecho internacional, amenazados por los primeros pasos y declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump.
En la reunión, celebrada antes de que comenzara el plenario de la cumbre del G20, intervinieron el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, cuyo país acude como invitado; y delegaciones de Alemania, Francia, Holanda, Noruega e Irlanda, además de Kallas.
Por su parte y también de manera bilateral, Lavrov abordó con su homólogo chino, Wang Yi, la relación con EE.UU. y la guerra en Ucrania.
El canciller chino remarcó en ese encuentro que, «al tiempo que promueve iniciativas en favor de una solución pacífica de la crisis ucraniana, Pekín considera necesario abordar sus causas profundas», indicó el Ministerio de Exteriores ruso.
Lavrov y Wang, agregó, elogiaron la interacción entre Rusia y China «como un factor estabilizador en medio de la continua turbulencia del sistema global».
El secretario de Estado de EE.UU, Marco Rubio, gran ausente en Johannesburgo tras anunciar este mes que no iba a participar por desavenencias de su Gobierno con Sudáfrica, y Lavrov abordaron este martes el conflicto de Ucrania.
Ambos se reunieron ese día por primera vez en Riad en un primer intento de normalizar sus relaciones diplomáticas y abordar una posible solución a la guerra en Ucrania, que cumplirá tres años este 24 de febrero.
Ucrania y los países de la UE rechazan ser excluidos de las posibles negociaciones y esta semana se han sucedido reuniones para concertar una posición común.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, defendió este jueves ante el G20 que Rusia y Ucrania se sienten en la «mesa de negociaciones» de paz.
La reunión de Johannesburgo acontece en un momento de agitación geopolítica por las medidas de Trump, como sus amenazas arancelarias, que vislumbran una guerra comercial en ciernes, o sus enfoques para acabar con los conflictos en Gaza y Ucrania.
En ese ambiente, la tradicional foto de familia en las cumbres del G20 «no se produjo» este jueves, pues «se canceló por restricciones de tiempo», explicó a EFE una fuente diplomática, que anticipó que la fotografía «no se va a producir mañana» tampoco.
Preguntada sobre si esa anormalidad se debía a las divisiones del bloque, la fuente contestó que «no se trata de eso». EFE
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