La lucha senegalesa busca reducir la violencia en torno a los combates para sobrevivir
Eduardo S. Molano
Dakar, 14 mar (EFE).- Comprimido en una camisa que resalta su musculatura, Alioune Ndour lanza una mirada cómplice a la Arena Nacional de Dakar, sede principal de la lucha senegalesa, una de las formas más populares de deporte de contacto en África Occidental.
Desde el inicio del Ramadán el pasado 2 de marzo, la temporada de esta disciplina —que combina fuerza, técnica y, en algunas variantes, elementos del boxeo— afronta su habitual parón por motivos religiosos hasta el final de este mes.
Sin embargo, para desgracia de Ndour, portavoz del Comité Nacional de Gestión de la Lucha en Senegal (CNG), la incertidumbre va más allá del calendario habitual.
“Si la violencia sigue así, corremos el riesgo de que se suspenda la lucha (de forma definitiva). No podemos seguir (…) con agresiones aquí y muertes allá”, se lamenta a EFE la conocida voz de este deporte.
Los temores de Ndour tienen su origen en los sucesos del pasado 16 de febrero, cuando la violencia desatada por los aficionados durante el combate entre los luchadores Franc “Ndiaga Or” y Ama Baldé, que se extendió a los alrededores de la Arena Nacional, provocó la muerte de una persona.
Dos días después, el Ministerio del Interior senegalés anunció la suspensión, “hasta nuevo aviso”, de la cobertura de seguridad en los combates de lucha.
Como resultado –sin Policía en los estadios, resulta impensable garantizar el desarrollo normal de los combates–, seis jornadas han sido canceladas, para gran pesar de los 120 luchadores que debían competir en estos eventos.
“La lucha en Senegal, para decir la verdad, es el deporte más popular actualmente. Es algo grandioso. Es difícil encontrar un partido de fútbol aquí en Senegal que se juegue a estadio lleno. Y con la lucha senegalesa eso sí ocurre”, subraya Ndour.
Por ello, insiste en la necesidad de eliminar la violencia: “Debemos hacer un esfuerzo para sensibilizar a los jóvenes y erradicar la violencia en la lucha».
El deporte más popular
Lo primero es concienciar a los actores de la lucha: «los luchadores, los promotores, los aficionados, los entrenadores, etc. Hay muchos actores involucrados, y debemos sensibilizarlos sobre el problema de la violencia”, asevera.
El CNG ha enviado una propuesta al Gobierno para reforzar las medidas de seguridad durante los combates.
A partir de ahora, los enfrentamientos preliminares comenzarán a las 16:30, mientras que el combate principal deberá iniciarse a las 19:00 –durante una misma jornada se pueden realizar hasta una decena de combates, que pueden extenderse hasta la medianoche–.
Además, en cuanto a la capacidad de acogida de la Arena Nacional, fijada en 22.000 espectadores, no se permitirá superar este límite.
“La lucha no es sólo el deporte más popular, también es nuestro modo de vida”, destaca a EFE “Cap de Bus bou Bargny”, una de las jóvenes promesas del circuito de Dakar. “Si el deporte se para, todo el trabajo se detiene”, añade.
A la espera de noticias, el joven luchador pasa las tardes de ayuno entrenando en una playa capitalina cercana a la mezquita de Santhiou Guedj.
Sin embargo, se muestra optimista de cara al futuro. “La lucha volverá después de Ramadán; estoy seguro”, se sincera.
El negocio, parece claro, resulta demasiado importante para la comunidad.
Durante la temporada pasada, enmarcada en el periodo 2023-2024, en todo el territorio de Senegal se organizaron 156 jornadas de lucha denominada “con golpeo” (aquella que incorpora elementos de boxeo) y más de 620 galas de lucha simple.
En ese mismo periodo, la CNG emitió casi 3.800 licencias para luchadores de ambas disciplinas –solo la variante “con golpeo” cuenta con 145 escuelas oficiales.
Además, la máxima entidad gestora de este deporte ingresó más de 308 millones de francos CFA (cerca de 470.000 euros), que corresponden, entre otros, a los derechos de afiliación y de organización de eventos.
“La lucha corre en nuestra sangre. La suspensión ha sido una tragedia”, destaca a EFE Ibou Diop, entrenador del equipo Olympique de Ngor y de la figura del país «Feugeuleu bou Ngor».
La resolución de este conflicto, que afecta tanto a los seguidores como a los luchadores, determinará el futuro de un deporte profundamente arraigado en la identidad cultural senegalesa, cuya reactivación se espera con ansias al cierre del mes sagrado. EFE
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