
La ONU lamenta la muerte de dos cooperantes en el ataque a un convoy en el este de la RDC
Kinsasa, 2 jul (EFE).- El coordinador humanitario de la ONU en la RDC, Bruno Lemarquis, lamentó este martes el ataque del pasado domingo por la noche contra un convoy humanitario en la provincia de Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), en el que murieron dos trabajadores.
«En un momento en que las necesidades humanitarias son inmensas, es inaceptable que quienes intentan ayudar a las personas afectadas sean atacados y asesinados», recriminó Lemarquis en un comunicado difundido por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Los atentados contra organizaciones humanitarias amenazan la vida de sus trabajadores y «privan a muchos civiles congoleños de la ayuda vital que necesitan desesperadamente para sobrevivir», subrayó.
«Los trabajadores humanitarios no son objetivos (de ataques), como tampoco lo son los civiles», señaló Lemarquis.
Cinco todoterrenos de la organización británica Tearfund fueron incendiados por atacantes desconocidos el pasado domingo por la noche cerca de la localidad de Butembo, en Kivu del Norte, cuando el convoy regresaba del territorio de Lubero, a unos 42 kilómetros.
Allí, la situación de seguridad se encuentra muy deteriorada por los violentos combates entre las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), según explican medios locales congoleños.
El avance de los rebeldes frente al Ejército ha provocado tensiones en Butembo y sus alrededores, donde han surgido manifestaciones de jóvenes que piden «cerrar el paso a los rebeldes».
Lemarquis llamó a todas las partes enfrentadas a asumir sus responsabilidades y a poner fin a la «espiral de violencia» que obstaculiza la «capacidad de ayudar a quienes más lo necesitan».
«Es hora de que todos los implicados, así como quienes tienen influencia sobre las partes en conflicto, trabajen juntos por una inmediata desescalada de la violencia y una vuelta al diálogo político para encontrar una solución duradera», añadió.
En lo que va de año, más de 170 incidentes de seguridad han tenido como objetivo directo a trabajadores humanitarios, y han causado al menos cuatro muertos y veinte heridos, explicó la OCHA.
Varias organizaciones humanitarias se han visto obligadas a abandonar Lubero por el recrudecimiento de los combates.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias y el Ejército, pese a la presencia de la misión de las Naciones Unidas en el país (Monusco).
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables ha empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de más de cien grupos rebeldes. EFE
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