La pandemia y la guerra de Ucrania obligan a un zoo finés a devolver dos pandas a China
Helsinki, 26 sep (EFE).- El zoológico de Ähtäri (centro de Finlandia) devolverá dos pandas gigantes a China el próximo diciembre, ocho años antes de lo previsto, debido a la mala situación financiera que atraviesa a consecuencia de la pandemia de covid-19 y la guerra de Ucrania, según informó este jueves a EFE el responsable del zoo.
Los osos panda, llamados Jin Bao Bao y Hua Bao, llegaron al zoo finlandés en 2018 como parte de un programa de protección de esta especie merced a un acuerdo con las autoridades chinas, que cedieron los animales para un periodo de quince años tras una visita a Helsinki del presidente chino, Xi Jinping.
La llegada de los pandas al parque zoológico, que invirtió más de ocho millones de euros en construir un recinto para alojarlos, fue todo un acontecimiento en el país nórdico y pronto fueron rebautizados con nombres locales: Lumi (nieve) y Pyry (ventisca).
El zoo de Ähtäri recibió miles de visitantes los primeros años, pero el elevado coste de la manutención de los pandas, estimado en 1,5 millones de euros anuales, y acontecimientos externos como la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania empezaron a pasar factura en las finanzas del parque.
«Cuando decidimos acoger a los pandas eran otros tiempos. No teníamos ni idea de que se avecinaba una pandemia de covid-19, una guerra dentro de Europa, unos tipos de interés al alza y un aumento del coste de la vida para las familias», explicó a EFE Risto Sivonen, presidente de la junta directiva del zoo.
Sivonen está convencido de que sin estos desafíos impredecibles, que provocaron una caída del número de visitantes y dispararon la inflación y los precios de la energía, el zoo hubiera podido cuidar de los pandas los 15 años acordados con las autoridades chinas.
Además, contaban con recibir ayudas estatales y donaciones de empresas para financiar sus actividades, pero finalmente el Gobierno finlandés sólo aportó unos 200.000 euros y el apoyo privado también fue escaso, lo que aumentó su endeudamiento.
«Acabamos de terminar la temporada de verano y nuestra situación de tesorería es relativamente buena, pero a largo plazo, si no comenzamos a reducir nuestros costes, peligra nuestro futuro», señaló.
Una vez sean devueltos los pandas, el zoo deberá renegociar su deuda y presentar un nuevo plan de viabilidad para evitar la quiebra.
Sivonen se mostró muy agradecido por haber tenido la posibilidad de cuidar de los pandas durante casi siete años, porque el principal objetivo del zoo -aseguró- es proteger las especies en peligro de extinción y educar a los jóvenes en la vida animal.
Una especie vulnerable
«Creo que derramaremos algunas lágrimas cuando los pandas regresen a China, pero tenemos que ser realistas: no somos lo suficientemente fuertes económicamente para llevar esto a cabo», admitió.
China inició la llamada «Diplomacia de los pandas» a finales de la década de 1950, utilizando el préstamo temporal de estos populares y delicados mamíferos como forma de estrechar las relaciones exteriores con otros países.
No obstante, esta política ha servido sobre todo para proteger a los pandas gigantes frente a eventuales catástrofes naturales o epidemias que pudieran mermar drásticamente la población, ya que su hábitat natural está limitado a algunas regiones de China.
En la actualidad se calcula que hay unos 600 osos panda gigantes en cautividad fuera de China y cerca de 2.000 más viven en libertad en el país asiático, por lo que esta especie ha pasado de encontrarse en peligro de extinción a estar en situación «vulnerable», según la organización ecologista World Wildlife Fund (WWF). EFE
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