La Unión Africana lamenta una escalada de tensión y combates en el norte de Etiopía
Adís Abeba, 26 abr (EFE).- El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, expresó este viernes su «profunda preocupación» por la escalada de tensión entre comunidades en zonas disputadas de la región de Tigré, en el norte de Etiopía. En un comunicado, Mahamat urgió a las partes en conflicto a «cesar urgentemente las hostilidades y asegurar la seguridad de los civiles para acabar con los nuevos desplazamientos de la población local». El pasado martes, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cifró en más de 50.000 las personas que se han visto obligadas a abandonar su hogares desde mediados de abril en Tigré y han tenido que refugiarse en localidades cercanas. Un total de 43.000 han huido hacia la localidad de Kobo, en el «woredas» (distrito) de Wello Norte, y 8.300 hacia Sekota, en Wag Hamra, detalló la OCHA citando autoridades locales. Mahamat incidió en la grave situación en los «woredas» de Raya Alamata, Zata y Ofla, y pidió el «respeto» y la «plena aplicación» del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2022 por el Gobierno federal de Etiopía y el Frente de Liberación Popular de Tigré (FPLT), en guerra desde 2020. El presidente de la UA también reiteró el «compromiso continuado» de la institución africana «con el Gobierno y el pueblo de Etiopía» y llamó a la apertura del diálogo político, el «medio más viable» para responder a los problemas de las zonas en disputa, como estipula el acuerdo de paz. Pese a que el pacto de paz reconocía el respeto por las fronteras de Tigré, el FPLT ha estado denunciando la presencia de soldados de Amhara y de la milicia Fano, que colaboraron con el Gobierno federal durante la guerra, en territorios disputados por ambas regiones. Aunque los conflictos nacionalistas han marcado la historia de Etiopía, las tensiones entre Fano y el Ejecutivo aumentaron desde abril del pasado año, cuando Adís Abeba decidió disolver las fuerzas paramilitares especiales de las diferentes regiones del país e integrarlas en el Ejército o la Policía, una medida que también afecta a esta milicia. Así, Fano empezó a enfrentarse al Gobierno federal el pasado julio, lo que llevó a Adís Abeba a declarar el estado de emergencia. EFE ya-mol/pm/cg