Lecornu defiende un debate presupuestario para repartir los esfuerzos pero sin austeridad
París, 24 oct (EFE).- El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, cuya continuidad está amenazada en el debate sobre los presupuestos, defendió este viernes una discusión sobre el reparto de los esfuerzos, sin llegar a la austeridad, para conseguir la estabilidad que garantice la independencia del país
«La independencia de Francia sólo es posible con el esfuerzo, en primer lugar, para reducir el déficit y luego para invertir en el futuro», subrayó Lecornu en un discurso de comienzo del debate sobre los presupuestos para 2026 en el pleno de la Asamblea Nacional.
Lecornu insistió en que «el justo reparto de ese esfuerzo entre nuestros compatriotas es lo que se debe debatir aquí», tras mostrar signos de apertura sobre la posibilidad de modificar el proyecto de que presentó su Gobierno y del que dijo que es «de transición».
Se mostró convencido de que en el Parlamento hay convergencia en la idea de que «Francia sea independiente», porque «nadie aquí quiere depender de forma duradera de Estados Unidos, de China o de países de Oriente Medio», y señaló que para eso hace falta estabilidad política.
«La estabilidad -reconoció- no es un fin en sí misma, pero es una de las condiciones para la independencia de nuestro país».
Respondía así a las amenazas de censura que pesan sobre su Ejecutivo, en particular de los socialistas, que son cruciales para su continuidad y que han amenazado con hacerle caer si no hay gestos en la discusión presupuestaria, de aquí al lunes, sobre sus exigencias para que aumenten los impuestos sobre los más ricos.
El primer ministro justificó el objetivo que se ha marcado con su proyecto de presupuestos para reducir el déficit «por debajo del 5 %» del producto interior bruto (PIB) el año próximo, después del 5,4 % esperado en 2025 y del 5,8 % en 2024, pero hizo hincapié en que «eso no significa austeridad».
«Esta trayectoria se cumplirá porque es la base de la confianza en la palabra de Francia», afirmó, antes de admitir que el «esfuerzo» que se reclama a los franceses únicamente será posible a condición de que los contribuyentes tengan la garantía de que «el uso que se hará de su dinero es indiscutible y que cada uno contribuye por su justa parte».
Dijo que habrá que hacer «una clarificación» de las competencias de cada administración y recordó que su proyecto de presupuestos contempla un recorte de los fondos de todos los departamentos salvo el de Defensa, que tendrá 6.500 millones de euros adicionales.
Lo justificó con el argumento de que «nuestro modelo de defensa es soberano», es decir, que «rechazamos depender incluso de nuestros aliados» como Estados Unidos para el aprovisionamiento en armamento, y «eso tiene un precio».
Lecornu rechazó los reproches de que los esfuerzos para recortar los números rojos tendrán un efecto negativo sobre la economía y aseguró que «el crecimiento es posible, la creación de riquezas es posible» y que «2026 no debe ser un año perdido para Francia, debe permitirnos avanzar».
Admitió que su proyecto de presupuestos «es imperfecto», pero frente a los que lo critican señaló que el debate que ahora comienza, en primer lugar sobre la parte de los impuestos, debe hacerse «sobre una base objetiva» y que habrá que evaluar cada modificación teniendo en cuenta el impacto que tendrá para la competitividad.
Repitió que su Gobierno está dispuesto «a un debate abierto» empezando por «la justicia social», que es ahora la gran exigencia de los socialistas.
Estos piden mecanismos de recaudación, sobre todo por la vía de impuestos a los más ricos y a las grandes empresas, que permitan ingresar de 15.000 a 20.000 millones de euros.
El debate va a prolongarse este viernes por la tarde y por la noche y continuará el sábado todo el día, para retomarse el lunes, que es cuando se cumple el plazo que le han dado los socialistas. EFE
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