
Legalmente, Irán no puede tener armas nucleares desarmadas, advierte la OIEA
Buenos Aires, 7 mar (EFE).- «Legalmente, Irán no puede tener armas nucleares desarmadas, ensambladas en piezas o como sea, porque ha firmado el Tratado de No Proliferación», declaró este jueves el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, quien anunció que «probablemente» en breve viaje a Teherán, la capitál iraní, para «tratar de lograr una mayor visibilidad en el programa nuclear» de ese país. «Hace muy poco a mí me preocupó mucho -y así se lo manifesté- ciertas declaraciones del presidente de la Agencia Atómica iraní (Mohamad Eslami), que dijo que ellos en realidad ya tienen el arma nuclear; lo único es que la tienen desarmada», y que no la ensamblan «porque es antiislámico», declaró hoy Rossi en una entrevista con radio Mitre, de Argentina. Tras lamentar que «la situación en materia de inspecciones se ha degradado», el director general de la OIEA indicó que habla de este asunto «con los grandes líderes mundiales, en particular con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y China), que son países que han estado vinculados con Irán a través de un acuerdo que se dejó de lado en el 2018». El Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) fue firmado en 2015 entre Irán y el P5+1, que incluye a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más la Unión Europea. Dicho acuerdo buscaba limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas. Sin embargo, en mayo de 2018, Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, anunció su retirada unilateral del acuerdo y reimpuso sanciones a Irán, lo que efectivamente dejó de aplicar los términos del JCPOA por parte de Estados Unidos. «Santuarizar» la central nuclear de Zaporiyia Grossi tambiuén se refirió al encuentro que mantuvo este miércoles con el presidente ruso, Vladimir Putin, en el balneario de Sochi, en el Mar Negro, para -entre otros asuntos- analizar la situación de Zaporiyia, la mayor central nuclear de Europa y una de las diez mayores del mundo, que está situada en el sur de Ucrania, en un territorio controlado por las tropas de Moscú. «Hemos desplegado ahí una tarea de naturaleza preventiva para evitar que la central sea bombardeada o que se convierta en un objetivo militar, lo que podría generar un accidente con características muy graves y consecuencias de tipo radiológico muy serias», declaró Grossi a radio Mitre. Habida cuenta de que «el conflicto tiende a prolongarse, estamos en una situación que exige, desde el punto de vista técnico, una serie de consideraciones sobre lo que va a pasar con la planta», subrayó el director general de la OIEA, quien agregó que el esfuerzo del organismo que encabeza «está orientado a tener la mayor autocontención por parte de los beligerantes». «De lo que hay que tratar es de -si se me permite la palabra- ‘santuarizar’ la central, de modo tal que no se produzcan bombardeos sobre ella, o que Rusia la utilice como base militar», detalló. Como medida de seguridad, los rusos han decidido mantener la central de Zaporiyia en un régimen de «bajas revoluciones», explicó Grossi, quien semanas atrás presentó un informe al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el que tildaba la situación de seguridad en torno a la central nuclear de «tremendamente precaria y frágil». Respecto a la reunión que mantuvo este miércoles con el presidente ruso, Grossi dijo que Vladimir «Putin sabe muy bien lo que es una central nuclear y por lo tanto el diálogo fue bastante fluido». Pero este conocimiento, «no quiere decir que coincidamos», puntualizó. «Yo tengo que caminar ahí (por) una línea muy delgada, que es la línea de mantenerme dentro de mi mandato técnico y obtener de él y también de (Volodímir) Zelenski (el presidente de Ucrania) en su momento la mayor cantidad de concesiones y de aceptación de lo que la Agencia Internacional sugiere que se haga». «Estoy ahí para evitar un accidente nuclear y hay cosas técnicas que discutir. Esto lo digo porque mucha gente dice ‘¡Cómo puede ser que va y le da la mano a un criminal de guerra!’. Bueno, yo no estoy en esto para eso» -puntualizó el responsbale de la AIEA-, yo estoy en esto para evitar un accidente nuclear y para eso tengo que hablar con todos los que tengo que hablar. Eso es diplomacia», enfatizó. Situación de peligro global Preguntado sobre el aumento del riesgo nuclear en el mundo, Grossi reconoció que «últimamente ha habido una suerte de escalada que tiene que ver un poco con este deterioro de la escena internacional». «Si a esto se le suma el ingrediente de lo que está pasando en Gaza y lo que está pasando en Oriente Medio, el espectro de la aparición de un país con armas nucleares, naturalmente va conformando(se) una especie de cóctel bastante preocupante», dijo. «Hace muchos años que no veíamos un entramado de conflictos donde todo está conectado con todo; porque lo de Oriente Medio está conectado con lo que sucede en el Asia, en el Pacífico, con China y con Corea del Norte, que también es un problema de no proliferación» de armas atómicas. «Estamos en un mundo tremendamente conflictivo, pero para eso es el multilateralismo bien entendido, no el multilateralismo del palabrerío, sino el multilateralismo bien entendido y efectivo», subrayó. EFE mf/ad