Polonia y Lituania piden apoyo a UE ante “guerra híbrida” bielorrusa
Cracovia (Polonia), 6 ago (EFE).- Polonia y Lituania apremiaron hoy a la Unión Europea (UE), en un comunicado conjunto de sus respectivos jefes del Gobierno, a apoyarles y hacer uso de “todos los recursos” frente al uso “cínico” de la inmigración ilegal como “arma” por parte de Bielorrusia.
Ambos países son los “objetivos principales” de la “guerra híbrida” lanzada por el régimen del presidente bielorruso, Aleksadr Lukashenko, denuncian el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y su homóloga lituana, Ingrida Šimonyte.
Lituania, junto con Polonia y otros socios de la UE están “haciendo frente” a esa presión para preservar la integridad de las fronteras exteriores comunitarias, prosigue el comunicado.
Con ello están cumpliendo con sus “obligaciones internacionales”, pero la situación en la frontera con Bielorrusia no da señales de mejora y crece el número de migrantes ilegales que entran en el país.
“Apelamos a la Comisión Europea, a Frontex (Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas) y a todos los miembros de la UE y sus asociados no comunitarios a darnos el apoyo político y práctico preciso para hacer frente a la situación”, añaden Morawiecki y Simonyte.
Las tensiones entre Bielorrusia y sus países vecinos ha ido en aumento en los últimos días, tanto a raíz de la entrada de inmigrantes ilegales hacia Lituania como, más recientemente, por la acogida en Polonia de la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya.
Este viernes, Simonyte, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, y el jefe de Gobierno letón, Krisjanis Karins, mantuvieron ya una videoconferencia y emitieron una declaración conjunta en la que condenan “todos los intentos de instrumentalizar la inmigración irregular con el fin de ejercer presión política sobre la UE y sus estados miembros.”
Los tres líderes bálticos expresaron su “seria preocupación por el ataque híbrido por parte del régimen de Lukashenko contra la integridad de las fronteras exteriores de la UE”.
A esta situación, de por sí tensa, se sumó ahora la acogida en Polonia de la velocista Tsimanouskaya, convertida en nuevo rostro de la disidencia tras dejar los JJOO de Japón, amenazada por el régimen de su país. EFE
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