Los socialistas belgas piden incluir el aborto en la Constitución
Bruselas, 24 oct (EFE).- El Partido Socialista (PS) francófono belga, en la oposición, quiere incluir el derecho al aborto en la Constitución de Bélgica, a cambio de facilitar que se pueda suprimir el Senado, como pretende la coalición de Gobierno.
Reformar la carta magna en Bélgica requiere el apoyo de dos tercios en la cámara baja, por lo que la coalición de nacionalistas, liberales, humanistas, socialistas flamencos y democristianos que gobierna Bélgica necesita recabar también votos de la oposición.
La supresión del Senado forma parte del acuerdo de Gobierno en un país con un sistema de monarquía parlamentaria con Cámara de Representantes y Senado, donde el Gobierno es el órgano ejecutivo y las cámaras de diputados y senadores actúan como legisladores.
Está previsto que la eliminación de la cámara alta se debata el próximo 17 de noviembre en el propio Senado, con la intervención del primer ministro de Bélgica, el nacionalista flamenco Bart de Wever.
El apoyo de los socialistas valones sería imprescindible si el Gobierno, sumergido actualmente en unas complejas negociaciones presupuestarias, quiere sacar adelante la propuesta sin recurrir a los partidos extremos, la ultraderecha del Vlaams Belang o la ultraizquierda del PTB.
Y el líder del PS, Paul Magnete, ha hecho pública su contrapropuesta para apoyar la reforma que pretende el Ejecutivo.
«Apoyaremos la supresión del Senado solo si la mayoría acepta constitucionalizar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (o IVG por sus siglas en francés, que es como se conoce en Bélgica el aborto). No se trata de bloquear la reforma, estamos de acuerdo con el principio», ha dicho.
Magnete reconoce que apoya suprimir el Senado, pero no quiere regalar su apoyo al Gobierno.
«En un contexto donde el derecho al aborto está amenazado en muchas partes -como en Estados Unidos, Italia, Polonia o Hungría-, reafirmar que el aborto es un derecho fundamental nos parece una declaración de principios esencial. Debe figurar en la Constitución. Este es el momento de hacerlo», zanjó el socialdemócrata.
El Senado belga cuenta con 60 escaños elegidos por los parlamentos regionales y se encarga de examinar y controlar las leyes adoptadas en la Cámara de Representantes, de forma que puede examinar leyes y proponer enmiendas, pese a que la cámara baja siempre tiene la última palabra.
Hay quienes consideran que el Senado sólo ralentiza los procesos legislativos y además cuesta dinero al contribuyente, en gastos de funcionamiento y salarios de los senadores, mientras que otros creen que una segunda cámara permite disponer del tiempo necesario para analizar a fondo las nuevas leyes.
La supresión está prevista en principio para el día de las próximas elecciones legislativas, en 2029.
De llevarse a cabo, una vez reformada la Constitución, sería necesario cesar a todos los senadores, ya que las competencias del Senado serían trasladadas íntegramente a la Cámara de Representantes (cámara baja).
El aborto fue legalizado en Bélgica en 1990, tras una intensa controversia política y social que culminó con la firma de la ley por el rey Balduino, quien, por motivos de conciencia, abdicó temporalmente durante 36 horas para no sancionarla personalmente.
La legislación permite la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas de gestación, aunque se debate si ampliarlo a 18. Más allá de ese plazo, sólo está autorizado si existen graves riesgos para la salud física o psíquica de la mujer, o si se detectan anomalías fetales que comprometan gravemente la viabilidad del feto.
«Algunos partidos tienen reservas sobre el número de semanas permitido, pero nadie cuestiona el derecho al aborto en sí. Le doy diez de diez posibilidades de éxito», afirmó. EFE
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