Perdura la esperanza de rescatar sobrevivientes del sismo en México
Una montaña rusa de esperanza y angustia vivían este viernes familiares de personas reportadas con vida en edificios colapsados de la capital mexicana, pese a superar 72 horas bajo las ruinas que dejó el violento sismo de magnitud 7,1, con saldo de casi 300 muertos.
Según reportes de la alcaldía, en al menos tres puntos de la ciudad han detectado con tecnología de punta a personas con vida en el sur de la capital: la escuela donde murieron 19 niños y donde podría quedar una persona, un edificio de departamentos del sector Tlalpan y en tres construcciones del barrio Del Valle.
En el céntrico sector chic Roma-Condesa los rescatistas también mantenían la esperanza.
«La consigna es ubicación, búsqueda y rescate de personas con vida. Todavía tenemos esperanza de seguir rescatando a más, tenemos nueve el día de hoy y de ninguna manera vamos a meter maquinaria pesada», dijo a la prensa el alcalde de la capital.
– Psicosis –
La psicosis se ha apoderado de las redes sociales, donde se alerta que las autoridades están prestas a echar a andar las máquinas pesadas para remover los escombros.
«No hay ninguna instrucción, ninguna intención ni ninguna forma de que se pare en este momento la búsqueda de las personas», concordó el ministro de Gobernación (Interior), Miguel Osorio, en declaraciones a la radio Grupo Fórmula.
Pero el pánico por momentos se apodera de las calles. En una fábrica textil, en el centro de la ciudad y colapsada desde sus cimientos, la AFP constató una gresca entre un centenar de enfurecidos civiles que acusaban a policías de querer remover escombros cuando aún podría haber al menos un hombre en el sótano.
Al final se retiró la maquinaria y los rescatistas empezaron a picar en el piso.
En otros puntos de rescate, periodistas de AFP constataron que los trabajos continuaban y no se observaba presencia de máquinas para remover escombros, salvo las que retiraban los que han ido acumulando los mismos rescatistas en zonas aledañas a los derrumbes.
El protocolo posterior a sismos marca que las posibilidades de sobrevivencia de una persona atrapada en escombros llegan a su límite a las 72 horas, pero en otros desastres la resistencia humana ha superado expectativas, como en el terremoto de 1985 que dejó más de 10.000 muertos en Ciudad de México.
– Esperanza –
La angustia y la expectativa persistía en un edificio de departamentos de Tlalpan, donde los rescatistas acumulan más de 72 horas en busca de vecinos.
«Hay una mujer (…) maestra, que vive en aquel extremo del edificio y hay cuatro topos (rescatistas) ahí», dijo a periodistas Paula Martínez, una brigadista.
«Donde están los (rescatistas) japoneses especializados, hay otra mujer, todavía no han tenido contacto físico con ella pero ya contacto auditivo», agregó.
Ahí, los trabajos se realizan al abrigo de una bandera mexicana que rescatistas colgaron en un árbol cercano.
En Roma-Condesa, las miradas estaban puestas en los restos de un edificio de oficinas de cinco pisos, aplastados uno encima del otro, pero hasta arriba de los escombros se observaba parte de la pared de un cuarto donde permanecen intactas repisas con tres plantas, un reproductor de música y cajas decorativas.
Teresa Ramírez, una bombera de 45 años, confiesa a la AFP sentirse impotente por la falta de profesionalismo que ha observado durante la emergencia.
«Gracias a Dios llegaron expertos internacionales porque ya querían meter maquinaria pesada», afirma la mujer, cuya prima, una contadora de 42 años, está atrapada en un edificio.
– Solidaridad internacional –
Socorristas locales e internacionales desplegaban su máximo esfuerzo para encontrar supervivientes y evitar a toda costa que los que quedaron bajo los escombros se sumen a la lista de casi 300 muertos que ya deja el terremoto.
Se repetían escenas estremecedoras, como cuando decenas cantaron el himno mexicano tras concluir labores de rescate, los especialistas japoneses quitándose su casco y haciendo una reverencia ante un cadáver que recuperaron o un voluntario que le dice jocoso a una joven que rescataron que los tendrá que invitar a cenar a todos.
La embajadora estadounidense, Roberta Jacobson, hizo un recorrido por donde estaban destacados los socorristas de su país. También hay personal de El Salvador, Panamá, Israel, Japón, Honduras, Colombia, Guatemala y España.
Hasta el viernes sumaban 295 muertos por el sismo: 157 en Ciudad de México, 73 en el estado de Morelos, 45 en Puebla, 13 en Estado de México, 6 en Guerrero y 1 en Oaxaca, según datos de Protección Civil federal.