
Petro pide a embajada de EEUU en Colombia «no entrometerse» tras condena a Uribe

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió el martes a la embajada de Estados Unidos en Bogotá «no entrometerse en la justicia» de su país, después de que Washington criticara la condena del expresidente Álvaro Uribe por soborno de testigos.
Uribe se convirtió el lunes en el primer exmandatario colombiano condenado en un juicio penal. Fue hallado culpable de presionar a un paramilitar para que testificara a su favor y lo desvinculara de estos escuadrones de ultraderecha, enfrentados a las guerrillas durante los peores años del conflicto armado en Colombia.
El exmandatario, que anunció que apelará el fallo, es un viejo aliado de Washington. El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, denunció el lunes una «instrumentalización del poder judicial colombiano por parte de jueces radicales».
El presidente izquierdista Petro, que mantiene una relación tensa con su homólogo estadounidense Donald Trump, considera esto una «intromisión a la soberanía nacional».
«Solicito a la embajada de Estados Unidos en Colombia no entrometerse en la justicia de mi país», dijo Petro el martes, en respuesta a un mensaje de esa legación que replica las palabras de Rubio.
En un acto público, Petro también criticó a los congresistas republicanos que han cerrado filas a favor Uribe.
«¿Por qué bajarle la cabeza a un congresista que va a insultar a nuestros jueces hoy? (…) ¿O es que nos volvimos de nuevo colonia?», dijo el mandatario en un acto en Santa Marta (norte).
Según Petro, la justicia de Colombia está siendo «agredida por un gobierno extranjero».
En una escalada reciente de la tensión diplomática, Colombia y Estados Unidos llamaron a consultas a sus máximos representantes diplomáticos en Bogotá y Washington.
Petro había mencionado a Rubio en un supuesto complot golpista de la «extrema derecha» colombiana y estadounidense, aunque luego se retractó.
Pero las relaciones ya estaban deterioradas desde enero, cuando Bogotá rechazó recibir un avión estadounidense con deportados colombianos, al denunciar malos tratos contra sus ciudadanos.
El gobierno de Trump debe decidir en los próximos meses si renueva la certificación colombiana como aliada en la lucha antidrogas mientras el país acumula récords de narcocultivos.
Durante su gobierno, Uribe (2002-2010) implementó con apoyo del gobierno estadounidense el «Plan Colombia», una ofensiva sin precedentes contra la hoy extinta guerrilla de las FARC.
Su política de mano dura con las guerrillas le permitió cosechar una gran popularidad, aunque también señalamientos de violaciones a los derechos humanos y de vínculos con paramilitares.
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