El pueblo escuchó el llamado del personal de enfermería
Suiza eligió su remedio contra la falta de personal sanitario. El pueblo sostuvo masivamente la iniciativa sobre los cuidados de enfermería, elaborada por el propio sector. Una señal de reconocimiento para las enfermeras y los enfermeros sometidos a una prueba muy dura por la pandemia.
Las enfermeras y los enfermeros se hicieron oír. Después de aplaudirles desde los balcones durante el confinamiento, el 61% de los suizos también apoyó al personal de enfermería en las urnas al aceptar la iniciativa popular “Por unos cuidados de enfermería fuertes”Enlace externo.
“Es un día histórico”, exclamó Sophie Ley, presidenta de la Asociación Suiza de Enfermeras (ASI). Ahora espera que el debate avance rápidamente para aplicar el texto. “La población comparte los valores defendidos por la iniciativa, aunque los políticos no los hayan escuchado”, analizó Sophie Ley en la Radio Televisión Suiza (RTS).
En efecto, los ciudadanos se han dejado seducir por la receta del ramo para combatir la escasez de mano de obra que afecta al sector salud. Las cifras son alarmantes: 11 000 puestos no están cubiertos, de los cuales 6 200 son de enfermería.
La pandemia desveló la severidad de la vida cotidiana del personal de enfermería: personal insuficiente, estrés y bajos salarios. En la lucha contra el coronavirus, el sombrío panorama que reveló nuestra encuesta sobre las condiciones de trabajo de las enfermeras se ha vuelto aún más oscuro. Esta situación ha dado un impulso a la iniciativa.
La solución propuesta por el Gobierno y el Parlamento, que había elaborado una contrapropuesta indirecta, no convenció. Los partidarios de la iniciativa, apoyados por la izquierda y la Asociación Médica Suiza, consideraron que no bastaba con una ofensiva sobre la formación. Los partidarios del “sí” insistieron en que hay que mejorar los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores sanitarios para que el personal capacitado permanezca en la profesión.
Epílogo de una larga lucha
La profesión lleva casi veinte años intentando alertar al mundo político de la escasez, sin resultado. Una iniciativa parlamentaria para remediar el problema, presentada en 2011 por un diputado de la derecha conservadora, fue debatida en vano en el Parlamento. Por ello, la ASI utilizó finalmente el instrumento de la democracia directa para remediar el problema, presentando su iniciativa popular federal en 2017.
El texto de la ASI debería entrar ahora en el círculo cerrado de las iniciativas populares federales que han pasado la prueba de las urnas (una de cada diez). También supone una novedad para la democracia suiza: por primera vez, el pueblo suizo ha aceptado una iniciativa popular en el ámbito de la salud a nivel nacional.
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