Socialistas y Podemos negocian discretamente para investir a Sánchez

Los socialistas y la izquierda radical de Podemos negociaban este miércoles con discreción y a contrarreloj para tratar de salvar el jueves la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español.
Los equipos negociadores informaban con cuentagotas, cuando faltan menos de 24 horas para que la cámara baja del Parlamento vote por segunda vez la investidura del líder socialista.
Sánchez perdió el martes una primera votación, por falta de apoyos, y para salir investido el jueves necesita sumar los votos de Podemos, que optó por la abstención.
La condición para ello es cerrar antes una coalición de gobierno con la izquierda radical, una tarea que ha derivado en una dura lucha contrarreloj por ver quién se hace con qué ministerios.
Según fuentes de Podemos, su jefe negociador, Pablo Echenique, mantuvo este miércoles una reunión con la vicepresidenta saliente, Carmen Calvo, después de que la izquierda radical denunciara que se le han vetado los llamados ministerios de Estado – Exteriores, Interior, Justicia, Defensa -, además de la presencia de su líder, Pablo Iglesias.
La negociación avanzaba con bastante dificultad, según fuentes de Podemos, que lamentaron que pese a las renuncias mencionadas, «el PSOE no está dispuesto a compartir ninguna competencia social».
«Unidas Podemos no quiere entrar en el Gobierno a cualquier precio, queremos competencias para desarrollar políticas sociales en Igualdad, Trabajo, Hacienda y Transición Ecológica», añadieron fuentes del partido.
Del lado socialista no quisieron precisar de momento en qué consisten sus propuestas.
«Estamos negociando para intentar que a la segunda se consiga la investidura», comentó escuetamente el ministro en funciones de Exteriores y próximo jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. «Hay razones para tener preocupación y razones para tener esperanza», añadió.
Podemos aspira también a una vicepresidencia, que podría recaer en Irene Montero, número dos del partido y pareja de Iglesias.
– Evitar ir a septiembre –
El objetivo es dejar cerrada la investidura de Sánchez, tres meses después de que los socialistas ganaran las legislativas sin mayoría absoluta, y evitar tener que agotar el plazo para ello, que corre hasta el 23 de septiembre. El escenario extremo sería una repetición electoral en noviembre, cosa que ambas partes dicen no desear.
«Un escenario en septiembre es perverso», apuntó Gabriel Rufián, portavoz del partido independentista catalán ERC, que ha prometido facilitar la investidura el jueves si hay acuerdo entre PSOE y Podemos.
Y es que tal como recordó, para entonces estará «a la vuelta de la esquina» la sentencia del Tribunal Supremo sobre los 12 líderes separatistas procesados entre febrero y junio, una cuestión que promete reavivar el desafío soberanista catalán. «Serán tiempos complicados para hacer política», advirtió.
Con todo, dijo ser «optimista» en cuanto a un acuerdo entre Sánchez y Podemos, y aseguró que «la música la verdad es que suena bien».
Desde la oposición, el conservador Partido Popular criticó el «oscurantismo» de la negociación, y criticó que «hoy los españoles no conocemos ni una coma del programa de Sánchez e Iglesias, solo el juego de sillas del Consejo de Ministros».
«Creemos que sí lo habrá», ese acuerdo entre PSOE y Podemos, pero «no se ha hablado de hoja de ruta», abundó Melisa Rodríguez, diputada del partido de centro-derecha liberal Ciudadanos. «Lo único que se está negociando (…) son los puestos en los que se va a sentar cada uno».