Asistencia médica para los niños de Belén
Desde 1963, las iglesias católicas suizas destinan sus colectas de la Misa del Gallo a ayudar al hospital infantil de Caritas en Belén. Un apoyo más necesario que nunca.
Se trata del único nosocomio de su género en Cisjordania y actualmente se encuentra en la segunda fase de un ambicioso proyecto de extensión y renovación. Reportaje.
Las donaciones de Navidad son vitales. Cubren un tercio del presupuesto del hospital, según explica Erwin Schlacher, jefe de comunicación de Caritas en Belén. El presupuesto anual es de 15 millones de francos, lo que permite tratar a más de 4.000 niños dentro del hospital y otros 30.000 de modo ambulatorio.
Los pacientes llegan de toda Cisjordania, donde el hospital se ha forjado una sólida reputación. Sus tratamientos son a muy bajo precio o gratuitos y el origen social o religioso de los pacientes no es tomado en consideración para tratarlos.
El hospital infantil de Caritas está ubicado en un bario cristiano. A algunos metros se encuentra el muro de seguridad israelí que separa a las dos principales ciudades del Cristianismo, Belén y Jerusalén.
Como un cuento navideño
La historia del nosocomio se remonta a la Noche Buena de 1952, cuando el sacerdote suizo Ernst Schnydrig, de camino hacia la Iglesia de la Natividad, vio a un padre desamparado enterrando a su hijo cerca de un campo de refugiados palestino. Decidió entonces que jamás un niño moriría por falta de cuidados en el lugar donde nació Cristo. El religioso rentó una casa donde colocó 14 camas.
La necesidad creciente de cuidados entre la población hizo necesario aumentar el tamaño del hospital. La demanda de cuidados ambulatorios se ha incrementado particularmente en años recientes.
La medicina preventiva y las cuestiones sociales representan una parte importante de las actividades del hospital. Las madres pueden asistir a cursos de prevención y de higiene en torno a la enfermedad que sus pequeños padecen.
Niños muy delgados
Los trabajos de ampliación del hospital comenzaron en 2008 y terminarán en 2011. El presupuesto es de 4,5 millones de francos. La Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE), con una oficina en Jerusalén, ha contribuido con un millón de francos a cubrir los costos de la nueva zona destinada a pacientes externos. La empresa de ascensores Schindler, con sede en la ciudad suiza de Lucerna, ofreció un ascensor.
En el edifico original del hospital, la directora de los servicios médicos, Hiyam Marzouqa, realiza las rondas de vigilancia a los pacientes. La mayoría de los recién nacidos allí atendidos fueron admitidos por padecer infecciones sanguíneas o ictericia. La médica, formada en Alemania, indica que recientemente se observa un aumento del número de casos de bebés con baja temperatura corporal.
“Tenemos temperaturas bajas en invierno y las casas no están adaptadas para estas condiciones. No hay dinero para calefacción y los recién nacidos no tienen aún grasa bajo la piel para protegerse del frío”, explica.
Hiyam Marzouqa se detiene frente a la camita de una niña de un mes, tan pequeña como una recién nacida. “Tenemos con frecuencia casos de bebés de dos meses que no han subido de peso desde el nacimiento y niños de nueve meses con apenas cinco kilos. Resulta común”.
La mayor parte de los problemas de salud se sitúan entre los primeros cinco años de edad y la mortalidad infantil es cuatro veces mayor que en Suiza.
En otra habitación, un bebé con piel gris está recostado sobre su camita y se chupa el dedo. Sus perspectivas de vida son pocas. Fue admitido tardíamente en el hospital. La gran parte de su intestino ya está gangrenado. Incapaz de absorber correctamente los alimentos, pierde peso.
Nada resulta sencillo en Tierra Santa
En la zona reservada a las madres, algunas mujeres conversan o descansan. Es el sector de supervisión de Sumaya Asmary, en el hospital desde hace 30 años. Ofrece cursos de desarrollo infantil, higiene, nutrición y prevención en la difusión de infecciones.
Entre tanto, en la nueva clínica para los pacientes externos, el doctor Bishara Nasrellah y su equipo de enfermeras tratan las dolencias invernales: gripe o infecciones pulmonares. Padres y niños están en la sala junto con un gran conejo de Navidad.
“Navidad en Tierra Santa no es una situación sencilla”, explica Erwin Schlacher. “Las diversas religiones viven en un estrecho espacio. Católicos y protestantes festejan el 25 de diciembre, los ortodoxos, el 7 de enero, y los armenios, el 19 de enero.”.
“De este modo, Navidad dura casi un mes aquí. Pero en la vida diaria, incluso en estas fechas, los niños enferman. Que sea Navidad, Año Nuevo o Pascua, los niños aquí siempre necesitan ayuda”.
Morven McLean, Belén, swissinfo.ch
(Traducción: Patricia Islas Züttel)
1952: El Refugio para Niños de Caritas fue fundado por el padre Ernst Schnydrig con el doctor palestino Antoine Babdoub y el suizo Hedwig Vetter.
1963: Caritas Alemania y Caritas Suiza transformaron el refugio en un hospital.
1970: Creación de una escuela de enfermeras, reconocida como colegio en 1990.
2008: Inicio de la ampliación del hospital para pacientes externos y habitaciones para las madres. Visita del presidente palestino Mahmud Abbas.
2009: Visita del Papa Benedicto XVI en mayo.
Población: 2,4 millones (Suiza: 7,6 millones)
Superficie: 5.600 km² (39’000 km²)
PIB: 2,900 dólares (40’900)
Nacimientos por madre: 3,3 (1,4)
Mortalidad infantil por 1000 nacimientos: 16,5 (4,23)
Esperanza de vida: 74 años (81)
Camas de hospital por 1000 habitantes: 130 (567)
Médicos por cada 1.000 habitantes: 97 (389)
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